Ciudad de México. El actual incremento de los precios internacionales del café no se veía desde hace siete años, aunque por lo pronto los caficultores mexicanos no se verán beneficiados porque ya vendieron sus cosechas. Además, será hasta octubre cuando repercuta en la producción mundial y, por ahora, el aumento de las cotizaciones está más relacionado con la especulación, sostuvo Fernando Celis, de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC).
En el país hay alrededor de 500 mil productores de café que cuentan con unas 680 mil hectáreas, la mayoría son de los estados con el mayor número de población en pobreza: Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Puebla. La producción nacional se encuentra en alrededor de 4 millones de sacos de 60 kilos y no se ha podido volver a los 4.5 millones que se producían antes de que la roya de café afectara las plantaciones, señaló Celis. Los caficultores están sujetos al vaivén de los precios internacionales del aromático y a las condiciones de las empresas trasnacionales.
Celis recordó en entrevista que entre 2013 y 2014 el precio internacional del aromático en la bolsa de Nueva York llegó a alrededor de 220 dólares, derivado de una sequía que afectó la cosecha de 2014 y 2015. El aumento de precios que se registró entre 2010 y 2011, que llegó hasta los 300 dólares, se debió al aumento de materias primas como el petróleo.
Dijo que el aumento del precio en los últimos días responde a unas heladas que afectaron las plantaciones de café arábiga de Brasil, pero será hasta las floraciones que tengan las plantas en ese país, entre septiembre y octubre, cuando se constatará si realmente se dañaron las plantas y las cosechas de 2022. Las noticias de afectaciones en Brasil detonaron el aumento de precios, lo cual fue utilizado por fondos especulativos, señaló Celis.
Apuntó que en México la cosecha terminó en marzo en las regiones que venden cereza, como Veracruz y Puebla, cuyo precio promedio fue de 8 pesos el kilo; los que venden más en pergamino son Chiapas y Oaxaca, donde la cotización fue de 2 mil 200 el quintal y algunos se llegaron a vender hasta en 2 mil 800; sin embargo, la “mayoría del café de los productores ya se comercializó y no les tocó el aumento de precios”. Consideró que después de años de precios bajos, los productores necesitan cotizaciones que permitan recuperar los gastos de producción y una utilidad razonable.
Agregó que con esta situación no se benefician los productores mexicanos, sino empresas que compraron y tienen inventarios, las que pueden vender a precios más altos, incluso las cafeterías del país. Asimismo, el país enfrenta una baja en la producción. Si bien se temía que avanzara de nuevo la enfermedad de la roya, ésta se detuvo por las lluvias que comenzaron en mayo y que ayudaron a la recuperación de las plantas.
Explicó que la cosecha mundial 2020-2021 fue de 175 millones de sacos en el mundo, donde Brasil es el mayor productor con 70 millones, seguido de Vietnam con casi 29 millones y Colombia con 14 millones. Se estima que el ciclo 2021-2022 tendrá una cosecha mundial de 164 millones de sacos, escenario en el que Brasil generaría unos 56 millones de sacos.