Tokio. Elaine Thompson-Herah hizo explosión en la final de los 100 metros de atletismo femenil en Tokio 2020. Una combustión incandescente desde el arranque y a medida que se acercaba a la meta aceleraba hasta conseguir la proeza de romper un récord olímpico de más de tres décadas. Un estallido que dejó una marca de 10.61 segundos en el mítico recorrido de la velocidad.
La jamaicana se llevó el oro y sus compatriotas completaron el podio. Thompson-Herah superó a su principal rival, Shelly-Ann Fraser-Pryce, por 0.13 segundos. Shericka Jackson, que se cambió al hectómetro para los Juegos de Tokio, se quedó con el bronce. Jamaica, aun sin Usain Bolt, se mantiene como la potencia del atletismo.
Aunque la número uno del mundo es Fraser-Pryce, Elaine no fue del todo una sorpresa: revalidó el oro conseguido en Río de Janeiro hace cinco años. Y la marca que estableció en Tokio derrumbó un tiempo de 10.62, registrado por la estadunidense Florence Griffith Joyner en los Juegos de Seúl 1988.
“Sabía que había ganado”, dijo al final Elaine; “el señalar (al reloj), la verdad no sé que significa. Para mostrar que estaba primera”.
Shelly-Ann llegó pensando que podría ser ella quien batiera la marca de la estadunidense, y cuando acabó segunda, lanzó una mirada de incredulidad antes de observar al marcador con el rostro impertérrito y las manos en las caderas.
Thompson-Herah no se sorprendió. Iba mirando a la izquierda, hacia el reloj, a medida que se acercaba a la meta. Y lo señaló antes incluso de cruzarla, conjurando el recuerdo de Bolt, quien en 2008 celebró 10 metros antes de terminar que había rebajado la mejor marca mundial masculina a 9.69.
“Creo que hubiera sido más rápida de no ponerme a señalar y celebrar, la verdad que sí”, afirmó Thompson-Herah, “pero eso indica que tengo para más. Ojalá que algún día pueda sacar ese tiempo”.
En el debut olímpico del relevo mixto 4x400, Polonia hizo historia al convertirse en el primer campeón, por delante de República Dominicana (plata) y de Estados Unidos (bronce), donde no corrió finalmente Allyson Felix.
En lanzamiento de disco, el sueco Daniel Stahl, vigente campeón mundial, se colgó la medalla de oro con 68.90 metros, derrotando a su compatriota Simon Pettersson (67.39) y al austriaco Lukas Weisshaidinger (67.07), quien fue bronce.