Integrantes del grupo disidente Renovación Democrática de Telefonistas (RDT) se manifestaron ayer frente a Palacio Nacional para exigir la renuncia del dirigente vitalicio Francisco Hernández Juárez, toda vez que “ha permitido la mutilación” del contrato colectivo de trabajo (CCT) para eliminar derechos laborales fundamentales, durante los 45 años que lleva al frente del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM).
Eréndira Leyva, de RDT, declaró que en las más recientes mesas de negociación con Teléfonos de México, el dirigente “pretende la desaparición de jubilaciones y viola” los estatutos del CCT y la Ley Federal del Trabajo, por lo que pidieron al gobierno federal “defender los derechos laborales”.
Una de las afectaciones alude al plan accionario propuesto por Telmex para que los 57 mil empleados activos y jubilados cedan parte de su pensión jubilatoria a cambio de acciones bursátiles “sin valor”, porque la empresa dejó de cotizar en la bolsa mexicana.
Señaló que contempla eliminar la cláusula 149 del CCT, para que los trabajadores de nuevo ingreso sólo accedan al sistema de las administradoras de fondos para el retiro (Afore).
Se trata de dos aspectos referentes al pasivo laboral que ocasionó el pasado 20 de julio la “ruptura” en las negociaciones entre la empresa y el STRM, que emplazó a huelga para el 25 de agosto próximo, aunque el 26 de julio reculó y estableció continuar con el diálogo. Al grito de “¡Va a caer, ese charro va a caer!”, un centenar de telefonistas acusaron mediante lonas, pancartas y megáfono, que además de “negociar bajo el agua” sus jubilaciones, Hernández Juárez no ha respetado otras cláusulas del CCT, como la 27, relativa a la cobertura de plazas. Explicó que hay dos clases de vacantes: las naturales, que se generan por jubilación, fallecimiento, renuncia o despido, las cuales no se han cubierto y suman entre 25 y 30 mil puestos, así como las de nueva creación, esto es por la adopción de nuevas tecnologías.
Ello implicó que se “eliminara el remplazo de vacantes por personal sindicalizado” y, aunado a la cláusula 9, llevó a que Telmex se convirtiera “en el pionero del outsourcing”, tras la creación de empresas y la adquisición de filiales como Grupo Cycsa, Swecomex y Telvista callcenters, las cuales absorbieron trabajo “que correspondía a los telefonistas”.