El presunto líder de una banda internacional dedicada al fraude cibernético, Florian Tudor, obtuvo una suspensión definitiva que impide por el momento su extradición a Rumania, su país natal.
Es requerido por los tribunales de esa nación para que responda por cargos de intento de asesinato, chantaje y constitución de una red de delincuencia organizada.
El juzgado segundo de distrito de amparo en materia penal le concedió la suspensión definitiva, por lo que no podrá ser entregado a la justicia rumana, hasta que se decida si este proceso es o no constitucional.
Esta decisión no implica que Tudor salga en libertad, según señala el acuerdo del juez Antonio González García: “se concede la suspensión definitiva para el efecto de que quede a disposición de éste órgano de control constitucional en el lugar de reclusión que se designe, únicamente en lo que se refiere a su libertad personal, quedando a disposición de la autoridad a la que corresponda para la continuación del procedimiento de extradición respectivo, hasta que se resuelva en lo principal el juicio de amparo del que deriva la presente incidencia.”
Esto significa que el proceso legal y administrativo para su extradición podrá continuar, pero no deberá ejecutarse hasta en tanto el juzgado segundo defina si cumple con todos los requisitos de procedimiento.
Florian Tudor permanece detenido en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, donde enfrenta un juicio por delitos previstos y sancionados en la Ley de Instituciones de Crédito, además del cargo por asociación delictuosa, luego de que las investigaciones de la Fiscalía General de la República señalaron que habría operado el robo de más de 150 millones de pesos de cajeros automáticos en Quintana Roo.