Washington. El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció ayer que Moscú lo obliga a despedir a casi 200 empleados rusos en sus misiones diplomáticas en ese país, y sostiene que la medida restringirá los esfuerzos diplomáticos y las operaciones de la embajada.
El secretario de Estado, Antony Blinken, señaló que 182 empleados rusos y decenas de contratistas en Moscú, Vladivostok y Ekaterimburgo serían despedidos tras una orden de Moscú en abril, en represalia por las acciones de Estados Unidos contra Rusia.
“A partir de agosto, el gobierno ruso prohíbe a Estados Unidos retener o contratar personal ruso o de terceros países, excepto nuestra fuerza de guardia”, dijo Blinken en un comunicado.
“Estas desafortunadas medidas impactarán severamente en la misión de Estados Unidos en Rusia, incluyendo potencialmente la seguridad de nuestro personal, así como nuestra capacidad para participar en la diplomacia con el gobierno ruso”, agregó.
En abril, Washington expulsó a 10 diplomáticos de Moscú, amplió las restricciones a los bancos rusos y colocó en su lista negra a 32 ciudadanos de ese país por la interferencia del Kremlin en las elecciones estadunidenses, un ciberataque masivo y otras actividades hostiles.
En respuesta, Moscú expulsó a 10 diplomáticos estadunidenses y prohibió a la misión de ese país contratar a ciudadanos no estadunidenses a partir del 1º de agosto.
Las medidas intensificaron la tensión entre las dos potencias, que no mejoró después de la cumbre entre los presidentes Joe Biden y Vladimir Putin de junio en Ginebra.
“Aunque lamentamos las acciones del gobierno ruso, que obligaron a reducir nuestros servicios y operaciones, Estados Unidos cumplirá con sus compromisos mientras continúa buscando una relación predecible y estable con Rusia”, dijo Blinken.