Se mantienen las buenas noticias en materia económica y de ellas da cuenta la más reciente estimación oportuna del producto interno bruto mexicano en el segundo trimestre del presente año, divulgada ayer por el Inegi, la cual revela que en ese periodo el PIB registró un crecimiento anual real de 19.6 por ciento y de 1.5 por ciento si la comparación se hace con el lapso enero-marzo de 2021.
Aunque las estimaciones oportunas del Inegi pueden modificarse respecto de las cifras generadas para el PIB trimestral tradicional (que se conocerán el 25 de agosto), lo cierto es que las cifras divulgadas ayer son alentadoras, pues dan cuenta del proceso de recuperación económica que vive el país tras la brutal sacudida de 2020.
El instituto destaca el avance real anualizado (19.6 por ciento) de la economía en su conjunto en el trimestre de referencia, y detalla los incrementos registrados en las actividades secundarias (28.2 por ciento), terciarias (17 por ciento) y primarias (6.8 por ciento), todo en comparación con el periodo abril-junio de 2020.
Si sólo se considera el primer semestre del primer año –comparado con igual periodo de 2020–, el informe del Inegi reveló que el aumento fue de 7.4 por ciento, lo que confirma el proceso de recuperación de la economía mexicana.
Ante tal panorama, el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), de cuyo análisis se toman los siguientes pasajes, destaca que “con la reciente estimación oportuna del PIB publicada por el Inegi se muestra que la economía mexicana continúa en su fase de recuperación, registrando un (fuerte) avance y finalizando con una racha de ocho trimestres consecutivos de retrocesos”.
Lo anterior es un dato positivo; sin embargo, su ciclo exhibe el deterioro causado por la contingencia sanitaria de 2020 y la brecha existente con los niveles anteriores a la pandemia. Este crecimiento fue empujado principalmente por la dinámica vista en las actividades secundarias, las cuales tuvieron un avance anual de 28.2 por ciento respecto del mismo trimestre del año anterior, y un avance marginal de 0.4 por ciento comparado con el trimestre previo de este año. El sector secundario puso fin a una racha negativa de 10 trimestres consecutivos en rojo, es decir, desde el último trimestre de 2018 registraba números negativos exhibiendo el deterioro de la actividad industrial en el país.
Por otra parte, las actividades terciarias tuvieron un incremento de 17 por ciento anual y de 2.1 por ciento mensual. Éstas contabilizaban seis trimestres consecutivos a la baja, y como demuestra su ciclo, la tendencia es al alza, por lo que continuará esta racha los siguientes meses. A diferencia de los otros sectores, las actividades primarias cumplen cuatro trimestres consecutivos con crecimiento, y su ciclo indica una ligera tendencia al alza lo cual refiere que sus niveles son estables.
En comparación con otros sexenios, el promedio de crecimiento durante los primeros 10 trimestres indica que el actual es el más afectado (-1.8 por ciento), impactado por el promedio negativo de los sectores secundarios y terciarios, los cuales contabilizan una disminución de 2.2 y 1.5 por ciento, respectivamente.
Lo anterior exhibe el impacto generado por el Covid-19, mostrando el largo trayecto que se necesita para poder restablecer la economía a los niveles previos a la contingencia. Es necesario insistir en la puesta en marcha de una política industrial que genere un plan holístico que fomente lo hecho y creado en México, expanda las cadenas globales de valor, estimule la innovación y educación, para que el desempeño positivo sea aprovechado para cimentar las bases de una plataforma adecuada a este nuevo siglo y de una revolución digital que potencie las capacidades del mercado. De lo contrario, la economía nacional no pasará del 2 por ciento, el mismo promedio anual del régimen neoliberal.
Las rebanadas del pastel
Tanto en la Cámara de Diputados, como en la de Senadores, algunos legisladores quisieron pasarse de listos al intentar posponer hasta 2022 la entrada en vigor de la reforma a la subcontratación laboral ( outsourcing), todo para que en diciembre próximo (como lo hacen todos los años) los patrones que representan pudieran cancelar plazas a su gusto y conveniencia, pero se les apestó. Lo mejor es que dicen ser “representantes populares” … Y mañana, sin pretexto, todos a votar.