El Museo de la Ribera de Ichihara, en Japón, alberga la exposición El impacto de México hasta el próximo 26 de septiembre, con obras de ocho artistas japoneses que se han sentido impresionados por nuestro país.
El recinto explicó en un comunicado que “hoy el mundo se ve desgarrado por el deseo de exclusión y de solidaridad, mientras la pandemia del Covid-19 nos hace cuestionar cómo deben ser la vida y la muerte y los fundamentos de nuestra propia civilización. En estos tiempos inquietantes, el ‘México’ con el que resuenan estos artistas nos dará muchas sugerencias”.
La muestra, subtitulada Las experiencias mexicanas sacuden radicalmente a Japón, explora las “reacciones químicas entre artistas japoneses y México, donde se graba el arte de la Revolución, la vida y la muerte, lo antiguo y lo moderno; lo real y lo surrealista se mezclan”.
Los artistas participantes son Tamiji Kitagawa, Taro Okamoto, Kojin Toneyama, Yukio Fukazawa, On Kawara, Shiberu Mizuki, Koji Suzuki y Kaori Oda.
Koji Suzuki realizó en el contexto de la exposición una obra que se expone en el museo japonés. Además, el antropólogo y crítico cultural Ryuta Imafuku impartió la conferencia La tierra de la sabiduría parda.
Refieren que en Chiba, donde se ubica el museo, se iniciaron los intercambios entre Japón y México. En 1609, el velero San Francisco, que había partido de Filipinas con destino a México, naufragó en la costa del Pacífico de esa prefectura japonesa.
El señor del castillo de Otaki, Tadatomo Honda, protegió con esmero a las más de 300 personas rescatadas por los residentes locales del siniestro. Ieyasu Tokugawa, fundador y primer shogun del shogunato Tokugawa, gobernante de Japón entonces, ayudó a los sobrevivientes a regresar a México sanos y salvos.
El museo detalló que el artista Tamiji Kitagawa estuvo en México inmediatamente después de la Revolución y se sintió conmovido por el muralismo: su “arte del pueblo”. A su regreso a Japón vivió como un pintor rebelde.
En tanto, Kojin Toneyama y On Kawara fueron impactados por la Gran exposición de arte mexicano en el Museo Nacional de Tokio en 1955 y buscaron un nuevo modo de expresión tras su estancia en este país; Taro Okamoto descubrió México en sí mismo y pintó el enorme mural El mito del mañana; el grabador en cobre Yukio Fukazawa cambió su estilo tras visitarnos para enseñar grabado.
Además, participa Shigeru Mizuki, poseedor de una enorme colección de máscaras mexicanas, quien vio el mundo en el que el pueblo mexicano vive con fantasmas; el ilustrador Koji Suzuki está fascinado por la fiesta del Día de Muertos y sigue haciendo dibujos mágicos con colores intensos, y Kaori Oda filmó Cenote, misterioso viaje alrededor de la fuente de la cueva maya, que se cree conecta este mundo con el inframundo.
Este año, que se cumplen los 500 años de la Conquista española de México y 200 años de su Independencia, se explora mediante esta exposición la historia de los intercambios entre ambos países, centrada en la impronta que dejaron la historia, el clima, la población y el arte mexicanos en la obra de artistas de la nación asiática.
“Es un intento de revelar lo que les atrae de México e iluminar sus experiencias de esta nación desde diversas perspectivas.”