Las medidas para reducir el riesgo de contagio de Covid-19 en términos positivos implica reconocer que 11.1 por ciento de los trabajos del sector salud de la Unión Europea fueron realizados por migrantes, y que en Estados Unidos la fuerza laboral migrante en sectores esenciales fue mayor; durante 2020 representó más de 16 por ciento en el sector salud, 19.8 por ciento del sector agrícola y 11.7 en manufactura de alimentos. Paralelamente, los impactos negativos de la pandemia no sólo afectaron la actividad económica, sino que también la migración y las remesas internacionales. Las afectaciones incluyeron la postergación de migraciones planeadas, el cierre de fronteras de los países de origen, tránsito y destino y la interrupción o ralentización de trámites migratorios.
Los protocolos anunciados en enero de 2019 por la administración de Donald Trump, conocidos como Quédate en México, restricciones que afectaron el flujo de migrantes e hicieron que más de 71 mil personas tuvieran que permanecer en México para culminar su trámite de asilo, concentrándose en las principales ciudades fronterizas del lado mexicano. Fue hasta el presente año cuando el presidente Joe Biden acabó con esos protocolos.
En abril de 2020 el número de aprehensiones e inadmisiones llegó a su menor nivel desde abril de 2017, expresión directa del flujo migratororio. Los migrantes mexicanos padecieron los efectos de la crisis sanitaria, tanto en términos de salud (3 mil 384 fallecimientos por Covid-19) como económicos, al alcanzar una tasa de desempleo de 17 por ciento en abril de 2020.
Uno de los asuntos trascendentes de la migración internacional son los dineros que los migrantes envían a los familiares que residen en su país de origen. Se conocen como remesas y pueden llegar a ser fundamentales para el sostén de una familia y amplian sus vínculos sociales, pero además pueden generar dependencia económica de alcance local y nacional cuando representan un porcentaje alto del producto interno bruto. De ahí la importancia de estudiar los montos, las condiciones de su transferencia y el uso que se dé a estos recursos.
Debido al Covid-19 se vio disminuido el volumen de las remesas en diversos países. La estimación global es que de 2020 a 2021 los envíos disminuirán alrededor de 7 por ciento respecto de 2019, sería la caída más grande desde 1970. Sin embargo, en América Latina y el Caribe las remesas sólo se contrajeron 0.2 por ciento en 2020.
El Banco Mundial estima que en 2020 una cuarta parte de las remesas del mundo llegaron a India, China y México, y otra cuarta parte se dirigió a otros 7 países. En uno de cada 10 países crecieron las remesas; México, Pakistán y Bangladesh, entre ellos.
El aumento de remesas en México es una tendencia que lleva más de una década. Los hogares receptores aumentaron 3.6 por ciento en 2010 y 5.1 por ciento en 2020. Desde 2003 el país presenta una dependencia de remesas nunca vista, equivalente a 3.8 por ciento del PIB. En 2020 llegaron a su máximo histórico al alcanzar 40.6 mil millones de dólares, lo que representa un incremento de 11.4 por ciento a tasa anual. Noventa y uno y medio por ciento provinieron de Estados Unidos, 98.9 por ciento se enviaron vía transferencia electrónica. Para este año se estima que las remesas aumentarán 21.7 por ciento, llegarán a los 49 mil 400 millones de dólares a fines de 2021.
Algunas de las hipótesis que buscan explicar el comportamiento ascendente de las remesas mexicanas apuntan al tipo de cambio con la moneda estadunidense y a la necesidad de repatriar ahorros, a que algunos migrantes ya retirados piensan regresar al país y otros decidieron retornar ante el Covid-19. También se llega a afirmar que se debe al aumento del empleo relacionado con el mayor acceso de migrantes a la seguridad social en Estados Unidos. Y para otros es reflejo de la recuperación de la economía en el país del norte, por los estímulos fiscales brindados durante la pandemia.
La información de esta colaboración se toma del Anuario de migración y remesas México 2021, presentado el pasado 14 de julio; un esfuerzo entre la Secretaría General del Consejo Nacional de Población (Conapo), la Fundación BBVA y BBVA Research. En esta ocasión, los textos hacen énfasis en los efectos de la pandemia por el COVID-19: un panorama de la migración global y de la población estudiantil internacional; perfil sociodemográfico de la migración mexicana contemporánea y de la población residente nacida en el extranjero, la inmigrante reciente, la de migración circular, en tránsito con origen en otros países, así como en refugio. Se abordan las condiciones de salud relacionadas con la pandemia de la población mexicana en Estados Unidos, así como un acercamiento a la migración internacional de niños y adolescentes. Finalmente, se analiza la variación de las remesas y se incluye un perfil estadístico sobre migración y remesas para cada una de las entidades del país. La publicación completa se puede consultar en https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/653479/Anuario_Migracion_y_Remesas_2021.pdf
* Secretaria general del Consejo Nacional de Población
Twitter: @Gabrielarodr108