El proyecto de integrar a la Guardia Nacional (GN) como la tercera fuerza de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no significará la militarización de la seguridad pública en el país, sino la creación de una corporación híbrida, tal y como funciona y ha dado resultados positivos en muchos países del mundo, afirmó César Gutiérrez Priego, experto en derecho militar y seguridad interior.
Explicó que este tipo de organizaciones ya funcionan desde hace décadas en España, Colombia y Brasil, donde se entiende a la seguridad pública como parte vinculante de la seguridad nacional y, por tanto, las policías encargadas de esta labor se encuadran dentro de las fuerzas armadas, aunque ello no signifique en todos lo casos que estén militarizadas.
“Están aplicando exactamente lo que se hace en otros países y que en este caso nos daría certeza jurídica, en el sentido de que entonces sería única y exclusivamente la GN la encargada de la seguridad pública, y ya no veríamos a la fuerza permanente, tanto del Ejército como de la Fuerza Aérea y de la Marina, coadyuvando en cuestiones de seguridad nacional”, añadió.
Apuntó que “la gente tiene que ver el panorama completo y no cerrarse a decir: “ya nos están militarizando”, cuando la realidad es que al contrario, lo que se está haciendo es ser muy claros”.
Gutiérrez Priego añadió que, según el proyecto, la Guardia Nacional mantendría su personalidad jurídica como órgano administrativo desconcentrado, integrado por elementos civiles, pero ahora ya no dentro de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, sino en la Sedena.
“En el Ejército durante muchos años han tratado de modernizar a la institución porque dicen que tienen que adaptarla a este nuevo siglo, a este nuevo milenio. Y la realidad es que éste sí sería el cambio que están buscando, porque estaríamos hablando de que la Sedena se transformaría en 90 por ciento”, sostuvo.
Afirmó finalmente que otra ventaja sería que se terminaría la corrupción en las fuerzas policiacas federales, que siempre terminaron con otros proyectos sexenales, pues “las instituciones militares en su gran mayoría son honestas y leales al pueblo de México”.