Chihuahua, Chih., Un adolescente de 16 años de edad murió presuntamente a manos de un policía municipal, quien le habría disparado en la cabeza por una discusión a la mitad de un partido de futbol, en un campo de Ciudad Juárez. El supuesto agresor escapó con la ayuda de otros uniformados, aseguraron testigos.
Tomás Enrique Flores Arrieta falleció la madrugada de este miércoles en el Hospital General de Zona 6 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde permanecía internado con muerte cerebral.
El menor ingresó con una herida de bala en la cabeza la tarde del sábado anterior, después de una riña entre equipos de futbol llanero.
Testigos del altercado afirmaron que Ricardo Pineda Méndez, agente de la Secretaría de Seguridad Pública municipal juarense, disparó un arma de fuego contra el adolescente y pudo escapar con la complicidad de policías que tardaron en atender el reporte de la agresión.
Jugadores y testigos que estuvieron presentes en el encuentro de balompié difundieron la identidad del presunto agresor, y policías investigadores de la fiscalía estatal dieron a conocer que actualmente lo buscan para que declare en relación con los hechos.
La Secretaría de Seguridad Pública municipal y la fiscalía chihuahuense atendieron el reporte como un caso de lesiones. Al momento, se considera que Tomás Enrique fue víctima de homicidio y el asunto pasará a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra la Vida.
Tras conocer que el adolescente padeció muerte encefálica, su familia decidió donar sus órganos y desconectarlo de los aparatos que lo mantenían con vida. Los riñones e hígado serán trasladados al Centro Médico Nacional de Occidente, en Guadalajara, Jalisco. Sus córneas irán al Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza, en beneficio de niños pequeños, informó el IMSS.
Intervinieron al cadáver especialistas del Seguro Social en Ciudad Juárez y un equipo multidisciplinario de médicos y enfermeras procedentes del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional de Occidente.
Personal del hospital regional despidió al donador con aplausos y una valla humana, en agradecimiento por dar nuevas oportunidades de vida a otros pacientes.