El boxeador Rogelio Romero esperó tres ciclos olímpicos para subir al ring y conseguir su primera victoria por decisión dividida 4-1 frente al croata Luka Plantic y estar a una pelea de asegurar el bronce si vence en cuartos de final al cubano Arlen López, monarca vigente en los semipesados.
“El campeón olímpico no es nada del otro mundo, también se cae”, expresa con tono retador el único mexicano sobreviviente del deporte de los puños tras la eliminación de sus compañeras Esmeralda Falcón y Brianda Tamara Cruz.
De 1.91 de estatura y con 26 años, el chihuahuense impuso resistencia y distancia para venir de atrás en la Arena Kokugikan contra un adversario que solamente le ganó el primer episodio.
El medallista panamericano de bronce en Lima 2019, salió con sabor a revancha en el segundo round conectando volados, rectos y ganchos, contra Plantic, quien resintió los golpes, perdió equilibrio y no pudo reaccionar para contrarrestar.
Llegó el último episodio y Romero salió iracundo aprovechando la nula reacción de su rival para llevarse el triunfo (4-1) que le abrió la puerta a la siguiente ronda enfrentando nada menos que al monarca olímpico de Cuba, Arlen López, donde el ganador amarra el bronce en la antesala del título.
López, de guardia zurda, eliminó 5-0 al argelino Mohamed Houmri, para clasificar a los cuartos de final que se disputarán este viernes.