Alrededor de 15 por ciento de la población mundial presenta algún tipo de discapacidad, y en América Latina (AL) y el Caribe se estima son cerca de 70 millones las personas en esa condición, señaló Lidia Brito, directora de la Oficina Regional de Ciencias de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En un conversatorio en el que se presentó el informe Respuesta inclusiva al Covid-19 con perspectiva de discapacidad en Latinoamérica y el Caribe: Buenas prácticas y propuestas para la acción, indicó que este es uno de los sectores más marginados de todo tipo de beneficios, lo cual se acentuó con la pandemia.
“La crisis global del Covid-19 está profundizando las desigualdades prexistentes, las personas con discapacidad son uno de los grupos poblacionales más excluidos de nuestra sociedad, y se encuentran entre los más afectados por esta crisis; en términos de contagios, de decesos, enfrentan desafíos para la atención médica, para la educación y el empleo.”
Dijo que un estudio realizado en Inglaterra en 2020 demostró que el riesgo de muerte por Covid-19 es mayor entre personas con discapacidad. En América Latina y el Caribe también hay “tasas más altas de morbilidad y mortalidad por Covid-19 en poblaciones afrodescendientes, personas con discapacidad y de los pueblos indígenas de la región”, lo cual “refleja condiciones estructurales de pobreza muy importantes”.
Brito resaltó que la integración de las personas con discapacidad es “fundamental; en la defensa de los derechos humanos, la construcción de la paz y la seguridad”.
Manifestó que se requiere un enfoque integrado para “garantizar la inclusión de este sector en las respuestas prácticas a la pandemia”, y recordó que la Unesco estableció un equipo de trabajo intersectorial para revisar cómo se responde al Covid-19 desde una perspectiva de inclusión social.