Túnez. Ennahdha, la principal formación política en el Parlamento de Túnez, planteó ayer celebrar elecciones anticipadas tras las contundentes acciones del presidente Kais Saied, quien suspendió la actividad legislativa y destituyó al premier Hichem Mechichi, lo que ha provocado preocupación en la comunidad internacional.
En dos días, el presidente tunecino suspendió durante un mes la actividad parlamentaria, destituyó a Mechichi y a otros dos ministros en este país norafricano golpeado por una crisis económica y social acentuada por la pandemia.
Después de denunciar “un golpe de Estado contra la revolución y la Constitución”, Ennahdha, el partido del premier, se mostró dispuesto a la celebración de elecciones legislativas y presidenciales anticipadas de forma simultánea.
Ennahda se retractó de un llamado a sus partidarios para que salieran a las calles contra Saied e instó al diálogo para evitar el enfrentamiento civil.
Influyentes grupos de la sociedad civil, incluido un poderoso sindicato de trabajadores, advirtieron al presidente Saied sobre no prolongar más allá de un mes las medidas extraordinarias que anunció el domingo y le pidieron que trazara “una hoja de ruta participativa” para salir de la crisis.
No hubo señales de tensión en la capital, donde partidarios y detractores de las medidas de Saied se enfrentaron el lunes. Las calles estaban tranquilas ayer, sin protestas significativas ni mayor presencia de elementos de seguridad.
Las contundentes medidas de Saied cuentan con el respaldo de numerosos tunecinos, enfadados contra el gobierno por su gestión del Covid-19 al ser uno de los países con la tasa de mortalidad más elevada del mundo.
Sin embargo, otros temen un retorno a la dictadura en esta joven democracia surgida tras la revolución que derrocó, en enero de 2011, a Zine Abidine Ben Ali, quien estaba en el poder desde 1987, habitualmente presentada como la única exitosa de la llamada por Occidente primavera árabe.
El lunes, el premier Mechichi se mostró dispuesto a ceder el poder a un sucesor designado por Saied.
Las decisiones del mandatario generaron preocupación en Estados Unidos y la Unión Europea, que ayer pidió “el restablecimiento institucional lo antes posible y, en particular, la reanudación de la actividad parlamentaria, el respeto de los derechos fundamentales y la abstención de toda forma de violencia” en Túnez.