San Cristóbal de Las Casas, Chis. El director de la policía municipal de Pantelhó, Gustavo Salazar Trujillo fue detenido desde el 11 de julio, acusado del delito de homicidio calificado, revelaron fuentes gubernamentales.
Agregaron que el 17 este mes, un juez lo vinculó a proceso por ese delito, cometido en agravio de Germán Antolín Pérez Jiménez. “La policía de Pantelhó está sin mando y desarticulada y no hay autoridad municipal”, aseveraron.
Las fuentes también dijeron que entre el 11 y el 16 de este mes, la Fiscalía General del Estado (FGE), cateó en la cabecera, 16 casas, el auto hotel Las Rocas y el rancho La Laguna, propiedad de Austreberto Herrera Abarca, presunto creador del grupo que hasta antes del siete de julio controlaba el municipio, preso desde el 31 de julio de 2019 y vinculado a proceso en tres causas penales.
Recordaron que en esas acciones fueron asegurados más de 20 equipos de radio comunicación, cuatro vehículos (tres de ellos tipo volteo y una camioneta blindada con diversos impactos de bala), una escopeta, chalecos antibala, cartuchos, entre otros pertrechos.
Señalaron que el número de casas quemadas el domingo por habitantes de las 86 comunidades indígenas y los 18 barrios de Pantelhó, coincide con las que ya habían sido cateadas por la FGE.
Los inconformes incendiaron las viviendas con el argumento de que la FGE se negó a abrirlas el domingo para que a la vista de ellos las revisara para buscar armas.
“Fue un pretexto para justificar la quema de las casas porque ya habían sido cateadas mediante la orden de un juez”, aseguraron las fuentes consultadas.
En tanto, cientos de pobladores que el domingo se posesionaron del palacio municipal, continuaban este miércoles en la cabecera municipal, donde escasean los productos, debido a que los proveedores no han llegado, a causa del conflicto. Una parte del pueblo no tiene energía eléctrica
Los inconformes mantienen además, un bloqueo a cinco kilómetros de la cabecera, en la carretera Pantelhó-San Cristóbal, por lo que más de cien militares y agentes de la Guardia Nacional establecieron el martes un campamento a un kilómetro, aproximadamente, de donde está el cierre de la vía.
Otro grupo de uniformados permanece en la cabecera, pero no en la alcaldía donde estuvieron hasta el domingo en que se replegaron, sino a unas tres cuadras hacia la salida, para evitar una confrontación con los pobladores que tienen tomado el edificio. Los indígenas caminan por las calles en grupos con machetes y palos.
De acuerdo con las fuentes, los habitantes que se apoderaron de la cabecera municipal, tendrían retenidos a 21 pobladores de la cabecera desde el domingo en que quemaron las viviendas, aunque los representantes de los inconformes dijeron el martes que desconocían si es o no cierta al versión.