Sin que aún sea un ambiente envidiable, pues el desplome por la pandemia fue verdaderamente brutal, lo cierto es que la economía mexicana mantiene signos positivos, con buena evolución, lo que confirman, por una parte, los indicadores de crecimiento reportados periódicamente por el Inegi y, por la otra, la mejoría en las proyecciones de instituciones privadas que operan en el país y de los propios organismos internacionales.
Ayer, el Inegi divulgó el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) correspondiente a mayo pasado y el resultado fue un incremento de 0.6 por ciento en términos reales respecto del mes previo, con cifras desestacionalizadas, lo que ya es un signo alentador, puesto que de enero a mayo de 2021 sólo en febrero se reportó un comportamiento negativo.
En el detalle, el citado instituto explica que en mayo pasado el comportamiento registrado por grandes grupos de actividades fue el siguiente: las primarias crecieron 8.4 por ciento, las terciarias 0.8 y las secundarias 0.1 por ciento.
Eso por lo que hace al comportamiento mensual. En términos anuales y reales (mayo de 2020 contra mayo de 2021), el IGAE registró un “brinco” espectacular de 25.3 por ciento (un año atrás la caída fue de 21.5 por ciento), y por grandes grupos de actividades las secundarias avanzaron 36.6 por ciento, las terciarias 21.6 y las primarias 10 por ciento.
Sin duda falta camino por recorrer para tapar el cráter económico abierto por la pandemia y consolidar el despegue, pero la reapertura de muchísimas actividades productivas, la recuperación del empleo y el sostenido avance en el programa nacional de vacunación son fundamentales para alcanzar ese objetivo, y esta es la misma lectura de instituciones nacionales y organismos internacionales.
También ayer, el Fondo Monetario Internacional (FMI) “revisó al alza sus pronósticos de crecimiento para la economía mexicana, debido a que los resultados del primer trimestre de 2021 han sido mejores a lo esperado y a que se esperan efectos favorables indirectos de la expansión en Estados Unidos. En 2021 la actividad económica en México podría crecer hasta 6.3 por ciento. El pronóstico ha venido de menos, desde que un proceso de vacunación para la población general no se había iniciado, e incluso se despega 1.3 puntos porcentuales de la estimación publicada apenas en abril por el mismo organismo” ( La Jornada, Dora Villanueva).
De hecho, “las proyecciones del FMI para la economía mexicana superan las de cualquier otro organismo internacional, así como las del Banco de México, que mantiene una media de crecimiento de 6 por ciento para este año y de 3 por ciento para 2022; también son las que más se acercan al 6.5 por ciento que, según la Secretaría de Hacienda, crecerá la economía nacional en 2021”.
El FMI estima que en 2022 “la economía mexicana podría avanzar 4.2 por ciento, por arriba de 3 por ciento publicado por el mismo organismo tres meses atrás. Se reitera que México será impulsado por la actividad de Estados Unidos, cuyo PIB crecería 7 por ciento este año y 4.9 por ciento el siguiente” ( ídem).
Para el citado organismo multilateral “el acceso a las vacunas se ha convertido en la principal brecha a lo largo de la cual la recuperación mundial se divide en dos bloques: los países que pueden esperar una mayor normalización de la actividad a finales de este año (casi todas las economías avanzadas) y aquellos que todavía se enfrentan a un rebrote de contagios y un aumento en el número de víctimas de Covid-19. Sin embargo, la recuperación no está asegurada, incluso en aquellos países con niveles de infección muy bajos, mientras el virus circule en otros países” (por cierto, en la mañanera de ayer se informó que “ya vamos por 90 millones de dosis, con lo cual el abastecimiento para el plan de vacunación está en tiempo y forma”).
En las proyecciones del FMI destacan las concernientes a China e India, con un crecimiento económico de 8.1 y 9.5 por ciento, respectivamente, en 2021, y de 5.7 y 8.5 por ciento, en cada caso, para 2022.
Las rebanadas del pastel
En la Asamblea General de la ONU, México y Rusia, junto con otras 182 naciones, condenaron el ilegal bloqueo a Cuba impuesto por Estados Unidos seis décadas atrás, pero en los hechos sólo ese par ha actuado en consecuencia y envía ayuda humanitaria a la mayor de las Antillas. ¿Dónde están los demás países “solidarios”?