Pese a la difícil situación económica generada por la pandemia, la política de deuda del Gobierno de la Ciudad de México se mantuvo dentro del principio de considerar esos recursos como una fuente complementaria destinada únicamente a proyectos de infraestructura urbana con beneficios tangibles para la ciudadanía.
Lo anterior, señala un análisis de la evolución de la deuda pública de la ciudad realizado por la Unidad de Estudios de Finanzas Públicas (UEFP) del Congreso capitalino, reafirma su sustentabilidad respecto del monto total como proporción del producto interno bruto (PIB) local, así como de los rubros de ingreso y gasto total de la hacienda pública.
El documento destaca que en 2020 la ciudad contrató cuatro líneas de crédito con la banca de desarrollo (Banobras) y ninguna con la banca comercial, y en 2019, el año previo a la pandemia y el primero de la actual administración, se registró el monto más elevado por concepto de pago de intereses y gasto de la deuda por 6 mil 917 millones de pesos, en un contexto en el que la economía de la ciudad tuvo una contracción en su PIB de 1.2 por ciento.
En 2019 y 2020, precisa el estudio, la deuda pública de la ciudad representó 2.4 por ciento como proporción del PIB local, no obstante que en los pasados cuatro años dicho indicador ha mantenido una trayectoria negativa, de lo que “se infiere una situación crítica para incrementar los ingresos y gastos de la ciudad”, y en esas circunstancia irrumpió la crisis provocada por el Covid-19 que se tradujo en una contracción de 3.1 por ciento respecto a lo programado, así como una reasignación de gasto de 13 mil 664.9 millones de pesos para atender la emergencia sanitaria, y a pesar de esta difícil situación se mantuvo la política de deuda.
En cuanto a la proporción de la deuda pública respecto a los ingresos totales y el gasto neto de la ciudad en 2019 y 2020, representó 4.2 por ciento.
Al cierre del año pasado, el saldo de la deuda se ubicó en 90 mil 367 millones de pesos, una variación de 3.6 por ciento respecto al saldo de 2019, y destaca que se contrataron cuatro líneas de crédito por un monto total de 9 mil 483.5 millones de pesos con la banca de desarrollo. “El endeudamiento neto en 2020 fue por 3 mil 112.1 millones. Resulta importante mencionar que en este ejercicio no hubo colocación de deuda con la banca comercial”, resalta el análisis de la UEFP.
Para este año, el Legislativo federal autorizó un techo de endeudamiento de 4 mil 500 millones de pesos destinados a continuar el financiamiento de la ampliación de la línea 12 del Metro, el tren interurbano Toluca-Valle de México, el trolebús elevado en el Eje 8 Sur y las líneas del Cablebús Cuautepec-Indios Verdes y Sierra de Santa Catarina-Constitución de 1917, incluida la adquisición de terrenos y derechos.