La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, afirmó que a pesar de tener 200 años de independencia, los valores del colonialismo racista permanecen en la sociedad, por lo que es necesaria la memoria histórica y su recuperación, porque la herida colonial sólo podrá sanar si se conoce la verdad, pero sobre todo si “nos comprometemos a que no se repitan los errores del pasado”.
En el cambio de nomenclatura de plaza de la Noche Triste a plaza de la Noche Victoriosa, la mandataria recordó que los sistemas coloniales establecidos a partir del siglo XVI fincaron una jerarquía social con base en el origen étnico de la personas.
“Se difundió la idea de que una persona debía tener privilegios –o no– de acuerdo con su origen étnico o la mal llamada ‘raza’. Así se estableció un mercado mundial de humanos esclavos; y, en el caso de los pueblos originarios de lo que ahora llamamos América, se impuso la idea de la cultura, la lengua, el arte, el conocimiento e incluso hasta la apariencia”, expuso.
Acompañada de la presidenta del Consejo de la Coordinación de Memoria Histórica y Cultura de México, Beatriz Gutiérrez Müller, dijo que es fundamental recuperar las voces de los indígenas porque la historia comúnmente sólo se escribe desde una visión.
“¿Por qué cambiar el nombre de la plaza? ¿Por qué colocar mosaicos en los muros de la ciudad? Lo hacemos porque partimos de la convicción de que una sociedad necesita saber de dónde viene para saber a dónde va. ¿Cómo podríamos resolver algunos de los grandes problemas actuales si no sabemos dónde comenzaron?”, cuestionó.
Expresó que Noche Triste es el nombre que se le dio a la derrota de los españoles y sus aliados a manos del ejército mexica, pero es fundamental reivindicar a los antiguos pobladores que lucharon tras la matanza que hubo en el Templo Mayor.
Gutiérrez Müller, a su vez, reiteró la importancia de revisar, razonar, reinterpretar los hechos históricos, por más remotos que parezcan, y, en absoluto, quedarse con la versión única, oficial y colonialista dada en el pasado a tales hechos.
“Descolonicemos la historia”, pidió, al señalar que, por ejemplo, la llamada Noche Triste fue en verdad una Noche Victoriosa.
Dijo que en la medida de lo posible, es un imperativo ético ver un acontecimiento a la luz de los tiempos en que ocurrieron y no conformarse con una sola narrativa o mirada. “Invito a todos a descolonizar la historia, volverla a contar, reinterpretarla, comprender cómo ocurrieron los hechos y no dejar estos, ya narrados, ya estipulados, ya congelados, como si nada más pudiese agregarse”, expresó.
“Reconocemos a nuestros héroes en su anónima inmensidad, y esto, en cualquier historia nacional, es indispensable para la identidad colectiva. México fue, es y seguirá siendo grande, la historia la contamos nosotros a través de las voces del pasado”.
En tanto, el jefe de la Oficina de la Jefatura de Gobierno, José Alfonso Suárez del Real, destacó que el cambio de nomenclatura es también un reconocimiento a los vecinos de la zona, quienes desde hace más de una década reivindicaron la plaza como el “espacio de la victoria”.