Túnez. El presidente de Túnez, Kais Saied, suspendió ayer la actividad parlamentaria y destituyó al premier Hichem Mechichi, con lo que se atribuyó plenos poderes ejecutivos, en medio de una jornada de protestas contra la clase política, en especial contra Ennahdha, partido islamita y mayoritario en el Parlamento, pero confrontado con el presidente, y que calificó la medida de “golpe de Estado”. La noticia fue recibida con claxonazos en la capital, después de protestas en numerosas localidades. Los manifestantes exigieron la salida del gobierno y la disolución del Parlamento, al cual responsabilizan de la crisis económica, agravada por la pandemia del Covid-19. En las protestas fueron atacadas varias oficinas de Ennahdha, la policía reprimió con gas lacrimógeno en la capital. Los manifestantes exigieron cambiar la Constitución y un periodo de transición dirigido por el ejército, pero en el que se mantenga a Saied como jefe de Estado. “La Carta Magna no me permite disolver el Parlamento, pero sí suspender su actividad”, indicó Saied, quien dijo que se hará cargo del Ejecutivo con la ayuda del gobierno. Ennahdha acusó que “lo que Kais Saied está haciendo es un golpe de Estado, y los miembros de Ennahdha y el pueblo de Túnez defenderán la revolución”. Al cierre de esta edición, el ejército tenía rodeado el Parlamento. La población reclama la falta de respuesta del gobierno a la crisis sanitaria que cuenta ya unos 18 mil muertos en el país de 12 millones de habitantes.