Moscú. Rusia celebró el Día de la Armada –que cumplió ayer 325 años desde su fundación– con un magno desfile de buques de guerra y aviones de combate que sirvió para que nadie olvide que dispone de armamento capaz de aniquilar a cualquier eventual agresor y sepa que no dudará en usar su poderío militar para defender sus intereses nacionales.
Tras pasar revista a las naves en San Petersburgo y en la base naval de Kronstadt, el presidente Vladimir Putin elogió la Armada rusa, en un discurso transmitido por la televisión de este país, en el cual destacó que Rusia es, hoy por hoy, una de las principales potencias marítimas del mundo.
“Contamos con potentes embarcaciones en cualquier océano y submarinos nucleares portadores de misiles, una aviación naval eficaz de corto y largo alcance, sistemas fiables de defensa costera y armamento hipersónico de última generación y alta precisión, que no tienen parangón en el mundo y siguen mejorándose constantemente y con éxito”, resumió Putin.
Y concluyó: “La Armada rusa tiene todo lo necesario para defender la patria y nuestros intereses nacionales de manera infalible. Somos capaces de detectar cualquier blanco enemigo bajo el agua, en la superficie o en el aire y podemos asestar, en caso de ser imprescindible, un golpe demoledor”.
Esta vez la exhibición de fuerza, que comenzó en el río Neva y terminó en el Golfo de Finlandia, incluyó 54 buques de guerra, entre fragatas, corbetas, cruceros lanzamisiles, lanchas torpederas, destructores y submarinos nucleares. Participaron en total cerca de 4 mil marinos.
Por primera vez se presentó al público, que colmó el malecón del Neva, la joya de la Armada rusa: el submarino estratégico Príncipe Vladimir, portador de misiles Bulava. También hizo su debut la fragata Almirante Kasatonov, que apenas en diciembre anterior dio por finalizada su fase experimental.
El capítulo aéreo estuvo conformado por aviones anfibios Be-12, antisubmarinos IL-38N y Tu-142M3, cazas Su-27, Su-30, Su-33 y MiG-29, bombarderos de primera línea Su-24M, aviones de ataque a tierra Su-25 e interceptores MiG-31.
Rusia está desarrollando armas que el titular del Kremlin llama “invencibles”, entre otras los misiles hipersónicos Avangard, los cuales empezaron a incorporarse al arsenal ruso en diciembre de 2019, Zircon, que hace unos días tuvo un lanzamiento de prueba exitoso, y Kinzhal de la fuerza aérea, que continúa su periodo de experimentación, igual que el Burevestnik, misil de propulsión nuclear.