París. Emmanuel Macron, presidente de Francia, habló con el premier israelí, Naftali Bennett, para asegurarse de que su gobierno está “investigando adecuadamente” las acusaciones de que los servicios de seguridad de Marruecos podrían haberlo atacado con el software espía de NSO Group, de fabricación israelí.
En la llamada, Macron expresó preocupación sobre el hackeo a su celular y a los teléfonos de miembros de su gabinete mediante Pegasus, programa que permite extraer mensajes, fotos, correos, grabar llamadas y activar en secreto el micrófono en los dispositivos infectados, informó el diario británico The Guardian.
El Proyecto Pegasus, es una investigación internacional conducida por 17 medios, incluido The Guardian, que dieron a conocer el software espía.
La investigación se basa en el análisis forense de celulares y en el de una base de 50 mil números telefónicos filtrados, incluido el de Macron y otros jefes de Estado y de gobierno, diplomáticos y funcionarios en 34 países, como objetivos del programa de espionaje a cargo del consorcio de medios Forbidden Stories, con sede en París, y del laboratorio de seguridad de Amnistía Internacional.
La compañía NSO ha dicho que “la lista de 50 mil datos no son objetivos de Pegasus ni está relacionada de manera alguna con NSO Group”.
Mientras en el resto del mundo continúan las consecuencias de las revelaciones del escándalo de espionaje, en Israel las reacciones han sido silenciadas. El partido de izquierda Meretz, que forma parte de la coalición en el gobierno, pidió al Ministerio de Defensa una “aclaración” sobre el asunto, aunque ningún partido busca un congelamiento de la exportación de licencias o una investigación sobre los nexos de NSO Group con el Estado israelí bajo la tutela del ex premier Benjamin Netanyahu.
Benny Gantz, ministro de Defensa, afirmó que “los países que compran estos sistemas deben cumplir con los términos de uso, que son para investigaciones criminales o de terrorismo”.
En Estados Unidos, funcionarios de Defensa pidieron a sus contrapartes israelíes más detalles sobre las “perturbadoras” divulgaciones derivadas del Proyecto Pegasus, informó ayer el diario Haretz.
En tanto, el embajador de Marruecos en Francia, Chakib Benmoussa, rechazó nuevamente ayer las acusaciones de espionaje contra Macron a través de Pegasus, y afirmó que son “víctimas” de una campaña de “desestabilización”.