Buenos Aires. Las investigaciones de algunos de los juzgados auténticamente independientes, que no forman parte de la llamada Mesa Judicial que dejó como herencia el pasado gobierno de Mauricio Macri, por medio de la cual pudo funcionar en Argentina el llamado lawfare para perseguir a la oposición peronista, dejó en evidencia la absoluta falta de pruebas en las causas falsas, como fue la del ex vicepresidente Amado Boudou, quien estuvo 15 meses preso.
El juez Ricardo Basilisco dispuso la libertad condicional de Boudou, después de evidencias que harán caer otra causa armada sin pruebas. “Desde el punto de vista judicial nunca debió estar preso”, sostiene en un análisis el especialista en esta temática Raúl Kollman en Página/12.
Boudou fue acusado de “cohecho pasivo” por recibir supuestamente un soborno de 70 por ciento de las acciones de Ciccone Calcográfica, que emitía los billetes de la moneda argentina. Se ha comprobado que nunca recibió esas acciones.
En un primer momento se entregaron las acciones al grupo Boldt, que controlaba los casinos y el juego y luego los hermanos Ciccone le cedieron 70 por ciento de las acciones de la imprenta a The Old Fund, a cuyo frente estaba el empresario Alejandro Vandenbrole..
La maniobra mafiosa fue hacer aparecer este como amigo y testaferro de Boudou, utilizando la figura del “arrepentido”, a quien se ofrecía la cárcel o cobrar millones de pesos si acusaba a Boudou. Hace poco tiempo en una investigación periodística que llegó a la justicia se descubrió que con ese dinero Vandenbrole puso un hotel turístico en la provincia de Mendoza. Al final también confesó que nunca fue amigo de Boudou y sólo lo había visto de lejos.
Boudou nunca tuvo acciones pero en el tribunal Oral 4 que ordenó su detención estaban dos jueces de la Mesa Judicial, como Pablo Bertuzzi, a quien Mauricio Macri premió, aún antes del fallo, con un cargo en la Cámara Federal, y Néstor Costabel, que era un hombre del oficialismo en esos momentos pieza clave de Juntos por el Cambio. Poco a poco van cayendo las máscaras y la verdad se impone.
“En todo el expediente no apareció ni una sola evidencia de que esas acciones fueran propiedad de Boudou -o de que él se hubiera beneficiado de alguna manera. Al ex vicepresidente no le aparecieron ni cuentas en el exterior ni sociedades en Panamá ni propiedades no declaradas (…) ni apareció un entramado oculto como el de los Macri”, señala Kollman.
Pero fue detenido descalzo y en pijama grabado por la televisión del Grupo Clarín, que trabajaba y sigue haciéndolo para Macri. Se trataba de humillar a Boudou ante la opinión pública."En cualquier caso, no existió la menor prueba del delito que determinó la prisión --el cohecho-- y se reiteró lo que fue el modus-operandi de Comodoro Py: no hacer la pericia clave que mostró de dónde vino el dinero para quedarse con Ciccone y usar jueces adictos a los que después traslado de forma ilegal a puestos decisivos (la Cámara Federal) donde siguieron ejerciendo la persecución política”, añadió Kollman.
Pegasus en Argentina
En tanto, ante el escándalo de Pegasus por espionaje electrónico que indignó a todo el mundo “apenas pasó desapercibido aquí, pese a que en Argentina está la megacausa por espionaje y varios argentinos fueron espiados por el macrismo. La corporación mediática le bajó el perfil al espionaje que conmueve al mundo y la oposición prefirió cuestionar al gobierno por una comunicación entre los negociadores de Rusia y Argentina por las vacunas” denunció el periodista Luis Bruschstein .
Recordó que la empresa israelí NSO Group surgió de fuentes independientes como la organización Forbiden Stories y Amnistía Internacional y que demostró el espionaje. Sin embargo, se dejó por fuera a Argentina a pesar de que el macrismo mantuvo estrechas relaciones con el complejo armamentístico y de ciberseguridad israelí.
Sostiene además que el ex presidente Macri viajó a Israel en 2006, cuando era diputado y jefe del PRO; en 2014 viajó la entonces futura ministra de Seguridad del gobierno macrista, Patricia Bullrich, y en 2017, cuando Macri era presidente, se produjo la primera e inusitada visita de un primer ministro israelí a Argentina. "En ese viaje, el derechista Benjamín Netanyahu llegó acompañado por un grupo de empresarios, la mayoría de ellos ligados a la parafernalia represiva y de ciberinteligencia, entre los que se encontraban representantes de NSO Group".
La mayoría de los acuerdos que se realizaron fueron sobre seguridad. En ese momento, los medios israelíes destacaron estos acuerdos y se mencionó la adquisición del software Pegasus a NSO Group. Y precisamente se refiere Bruschstein al espionaje ilegal descubierto aquí cuando se produjo una denuncia de espionaje ilegal contra periodistas durante la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio y luego la Cumbre del G-20, en Buenos Aires en 2018.
En la denuncia sobre espionaje ilegal realizado por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) se comprobó el espionaje de manera ilegal a 403 periodistas, 28 académicos, 58 empresarios y personalidades de la sociedad civil.
Asimismo hizo referencia el periodista al reciente informe de la Comisión Bicameral de Seguimiento y Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia que comprobó que el espionaje a políticos, dirigentes sociales, intelectuales y periodistas fue una práctica consolidada en la AFI durante el gobierno de Mauricio Macri.
El espionaje combinó la intervención telefónica con falsas excusas legales --en el caso de los presos políticos-- o con sistemas similares a los de Pegasus que intervienen el celular de la persona espiada. .
Denunció asimismo que se intentó encubrir este nexo del espionaje argentino ligado al gobierno isrealí no dando importancia al espionaje cibernético masivo. Para esto "los medios hegemónicos centraron sus críticas en una carta de la asesora presidencial Cecilia Nicolini al Fondo de Inversión Directa de Rusia que comercializa la vacuna Sputnik V" a lo que Bullrich intentó encubrir como la causa del "desastre" de la pandemia. Esto cierra el círculo de la feroz guerra de la desinformación que se utiliza como arma de guerra contra el gobierno actual.