Ciudad de México. Las palabras de Alejandra Valencia sacudieron a Luis Álvarez, quien disparó una flecha de dos pun-tos durante la competencia y se sobrepuso para que juntos ganaran la primera medalla de México en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Los arqueros se impusieron 6-2 a los turcos Yasemin Anagoz y Mete Gazoz, en el campo de tiro del parque Yumenoshima, en la prueba mixta que aparece por primera vez en el programa olímpico de la justa japonesa.
Ante un reducido y ruidoso público integrado por sus propios compañeros con banderas tricolores, Valencia, con gran temple, supo conducir a Álvarez para que no flaqueara después de marcar ese error que permitió el empate momentáneo de los turcos 2-2, ya que los dos siguientes sets fueron ganados por los mexicanos.
La sonorense y el bajacaliforniano sellaron con un abrazo la victoria a la que se unió el entrenador nacional Miguel Ángel Flores, quien dirige a Ale desde sus comienzos y a la que no pudo asesorar en Río 2016 al ser excluido de la delegación, cuando la arquera, que acostumbra competir con sombrero negro, se quedó a nada de subir al podio terminando en cuarto lugar.
Ayer, el guión cambió, pues Valencia, con su experiencia, dio varios disparos al centro de la diana y junto con Luis le dieron la medalla número 70 a México en la histo-ria de justas veraniegas
Para los dos, la primera en su palmarés, que se suma a la plata de Aída Román y el bronce de Mariana Avitia en Londres 2012.
No fue un regaño, “simplemente fue decirle vamos, tú puedes, sabes hacerlo. A veces le falta un poco de confianza, pero sabe reponerse muy bien”, dijo la oriunda de Hermosillo, quien señaló que el resultado “da confianza” para lo que se tiene planeado en la competencia individual y por equipos con las mujeres –de avanzar con Román y Ana Paula Vázquez a la zona de medallas–, sin descartar al Abuelo como se le conoce al mexicalense hace años, pero ahora ya no le gusta el sobrenombre.
Feliz por la presea, Álvarez admitió que debe trabajar mucho en lo mental; “son emociones encontradas porque quizá me lo imaginé diferente, me quedé corto.
“Algo tengo que hacer en mi forma de ser, pues constantemente me encuentro en este tipo de situaciones. Afortunadamente Ale me ayudó cuando tuve un mal rendimiento y logré retomar el camino a la medalla”, dijo el arquero que siempre compite con un paliacate en la cabeza y gafas oscuras.
Los mexicanos comenzaron su camino al podio en octavos eliminando a los alemanes Michelle Kroppen y Florian Unruh (6-2) y a los británicos Sarah Bettles y Patrick Huston (6-0) en cuartos, y en las semifinales perdieron frente a los sudcoreanos An San y Kim Je Deok (5-1).
La juvenil pareja de Corea del Sur y primera de la siembra extendió el reinado asiático en el deporte del arco y las flechas; después de vencer a Bangladesh e India disputó el oro (5-3) contra Holanda, integrado por Steve Wijer y Gabriela Schloesser, esta última nacida en Tijuana, Baja California, pero nacionalizada holandesa, quien compitió por México hace cinco años en la justa veraniega de Río, como Bayardo, su apellido de soltera.
“Es un doble triunfo para México”, expresó Gaby, quinto lugar con Valencia y Román en la cita brasileña.
Luciendo el uniforme que representa a partir de 2017 al ser conquistada por el amor del arquero Mike Schloesser, Bayardo prefirió irse al país de los tulipanes que ahora tiene a su primera subcampeona olímpica en tiro con arco.