Tokio. En una complicada jornada para los mexicanos, la gimnasta Alexa Moreno tuvo una destacada actuación al avanzar a la final de salto de caballo en su debut en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, luego de ubicarse en la séptima posición, mientras la estadunidense Simone Biles lidera la competencia.
La tricolor había quedado en el octavo puesto con 14.633 puntos, pero subió un lugar luego de un reacomodo de posiciones tras la salida de la estaunidense MyKayla Skinner debido a que por reglamento sólo pueden clasificar dos atletas por país a la final por aparato.
“Estoy muy feliz de lograrlo, ya en la prueba haré lo mejor que pueda, pero mi objetivo de llegar a la final se logró. Ya no habrá más presión y lo voy a disfrutar mucho”, dijo.
“Me ayudó mucho que el caballo fuera el primer aparato de mi rotación, eso me hizo sentirme un poco más relajada y buscar dos buenos saltos”, agregó.
La mexicana no pudo avanzar en el all around debido a que cometió imprecisiones, como una caída en la viga, que le costó una penalización de .1, así como no haber ejecutado su salida en el tiempo marcado.
Alexa terminó en el lugar 83 en la viga de equilibrio con 11.066 unidades, mientras en la prueba de piso se quedó en el escalón 60 con 12.333 puntos y en barras simétricas se ubicó en el peldaño 59 con 12.566.
No obstante, se convirtió en la segunda gimnasta mexicana en alcanzar una final olímpica en salto de caballo, después de Denisse López en Sidney 2000. Además sumó otro logro luego de conseguir el bronce en salto de caballo en el Mundial de Gimnasia Artística en 2018 en Doha, Qatar, y de obtener el premio Nacional de Deportes 2019.
Por su parte, la superestrella estadunidense Simone Biles se clasificó para las seis finales de gimnasia y encabezó el concurso general, pese a varios errores inhabituales.
Biles, quien tiene en su palmarés cinco medallas olímpicas (cuatro oros y un bronce, todas en Río 2016) y 19 títulos mundiales, puede aspirar en Tokio 2020 a seis preseas doradas, lo que le permitiría superar el récord que ostenta en la gimnasia la soviética Larissa Latynina, con nueve.
La estadunidense estará por lo tanto en liza en el concurso por equipos el martes, en la prueba general el jueves y en cuatro modalidades (salto, suelo, potro, barras asimétricas) del 1º al 3 de agosto.
Simone consiguió con apuros su clasificación en las barras, que nunca fueron su fuerte, terminando octava y última clasificada.
En la prueba de suelo concluyó en el segundo puesto. Biles hizo que la competencia tuviera un comienzo plano, luego de una falla al poner los pies fuera de la zona practicable. Pero el grado de dificultad de su rutina fue tal que, incluso con el gran error, obtuvo la segunda mejor puntuación, sólo por detrás de la italiana Vanessa Ferrari, de 30 años de edad.
Terminó en el primer puesto en la prueba de salto de caballo, pero no pudo encontrar su mejor forma en la viga y las barras asimétricas.
El equipo estadunidense busca defender el título, pero quedó en el segundo lugar de la clasificación, luego de ser superado por la plantilla del Comité Olímpico Ruso un punto (170 mil 562 contra 171 mil 629), mientras las chinas fueron terceras (166 mil 863).
Aunque Estados Unidos no dominó las pruebas como muchos esperaban, el coordinador del equipo, Tom Forster, recordó que el domingo no se repartieron medallas.
“Mentalmente vamos a estar bien”, aseguró Forster. “Se trata de estar concentrados; esto no era la final, se trataba de llegar a ahí. Esta puede ser una señal de alarma para nosotros y vamos a aprovecharla”.
Despiden con ovación a Chusovitina
Otro momento destacado en la gimnasia artística de Tokio 2020 fue que la decana de la competición de gimnasia con sus 46 años, la uzbeka Oksana Chusovitina, no logró clasificarse a la final de salto, aunque fue despedida con una ovación en sus octavos Juegos Olímpicos.
En ausencia de público, las otras gimnastas y entrenadores formaron un pasillo de honor para homenajear a la participante de más edad de la historia olímpica, que disputó sus primeros Juegos en Barcelona 1992.
“He llorado de alegría. Mucha gente me ha apoyado desde hace tanto tiempo. Estoy muy agradecida”, dijo la que primero representó al equipo unificado de las ex repúblicas soviéticas, justo después de la desaparición de la URSS.
En la final de la jornada, las gimnastas alemanas atrajeron también la atención al competir con un traje de cuerpo completo, en vez del habitual maillot ajustado, para sentirse más cómodas y evitar miradas desagradables, como ya habían hecho en Basilea (Suiza) en el Europeo de abril.