A diez años del operativo Rápido y furioso, se siguen incautando en México armas entregadas por autoridades de Estados Unidos a organizaciones criminales en el periodo 2006-2011, y hasta hace unos días sumaban más de 900 piezas de un total de 2 mil 500 que se traficaron ilegalmente a territorio nacional.
Funcionarios del gabinete de seguridad revelaron que semanalmente la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés), con quien se consultan los números de serie de las armas incautadas en operativos contra la delincuencia, ha reportado que al menos una de ellas corresponde a las involucradas en el operativo Rápido y furioso.
Estimaciones del gobierno mexicano refieren que anualmente ingresan al país más de 200 mil armas de fuego, la mayoría provenientes de Estados Unidos, y llegan a manos de grupos delictivos.
Entre 2006 y 2011, autoridades estadunidenses implementaron con personal de ATF una acción que pretendía descubrir y capturar a integrantes del cártel de Sinaloa –entonces comandado por Joaquín El Chapo Guzmán–, considerada la organización con mayor presencia y capacidad de fuego en el país, y para tratar de impedir que continuara obteniendo armas desde aquel país se introdujeron 2 mil 500 rifles de grueso calibre a territorio nacional.
La acción fracasó, ya que las armas llegaron a diversas organizaciones delictivas, y la operación Rápido y furioso es objeto de investigación por parte del actual gobierno mexicano para determinar los niveles de responsabilidad que tuvieron las autoridades nacionales en ese trasiego de armas.
En ese contexto, los funcionarios entrevistados indicaron que la Fiscalía General de la República (FGR) intercambia información con autoridades de Estados Unidos, en particular con la ATF, ya que a través de esa agencia se puede conocer qué armas se adquirieron en ese país, o si fueron fabricadas allá e introducidas ilegalmente a México.
El Ministerio Público Federal envía para la identificación de las armas aseguradas los números de serie y, de acuerdo con la información obtenida, “cada semana al menos uno de los registros que nos indican positivos a contrabando en manos de grupos delictivos que operan en territorio nacional es coincidente con armas entregadas como parte del operativo Rápido y furioso”.