Moscú. Rusia envió a Cuba un cargamento de ayuda humanitaria por el coronavirus que incluye un millón de mascarillas médicas, informó el sábado el Ministerio de Defensa, añadiendo que el presidente Vladimir Putin dio las instrucciones sobre la ayuda.
Cuba, que el año pasado mantuvo un bajo nivel de infecciones por coronavirus, informó a principios de esta semana de la mayor tasa de contagio per cápita de América Latina. Ello ha puesto a prueba su sector sanitario y ha contribuido a avivar las inusuales protestas antigubernamentales de principios de mes en la isla de gobierno comunista.
Dos aviones militares que transportaban 88 toneladas de ayuda, incluidos alimentos y equipos de protección personal, entre ellos más de un millón de mascarillas médicas, partieron el sábado de un aeródromo cercano a Moscú, informó el Ministerio de Defensa en un comunicado.
"Siguiendo las instrucciones del Comandante en Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, Vladimir Putin, aviones de transporte militar están entregando ayuda humanitaria a la República de Cuba", dijo el ministerio.
El ministerio no mencionó a Estados Unidos, pero al enviar ayuda a La Habana, un aliado de larga data, Rusia también podría estar buscando hacer una crítica a Washington.
El gobierno cubano ha atribuido las protestas a lo que llama "contrarrevolucionarios" financiados por Estados Unidos, que explotan las dificultades económicas causadas por décadas de embargo estadunidense. Los críticos del gobierno dicen que los problemas económicos de la isla son causados en gran parte por las ineficiencias del sistema estatal.
México dijo el jueves que enviaría a Cuba dos buques de la Armada cargados con suministros médicos y alimentarios, incluyendo jeringas, tanques de oxígeno y mascarillas, junto con leche en polvo, latas de atún, frijoles, harina, aceite de cocina y gasolina.
Con una población de 11 millones de habitantes, Cuba informó de casi cuatro mil casos confirmados de coronavirus por millón de habitantes durante la última semana, nueve veces más que la media mundial, en un brote alimentado por la llegada a la isla de la variante Delta.