Mexicali, BC., El gobernador morenista, Jaime Bonilla, presentó una iniciativa de reforma constitucional al Congreso local para aumentar de cinco a nueve años la gestión del fiscal general de Baja California, por el incremento de la incidencia delictiva en el estado.
De ser aprobada, el actual titular de la fiscalía, Guillermo Ruiz, ampliaría su encargo hasta 2028, y habría estado en ese puesto con tres mandatarios: Bonilla Valdez, Marina del Pilar Ávila y su sucesor.
La finalidad, argumenta el documento consultado por La Jornada, es armonizar la gestión del fiscal estatal con la federal y “dar continuidad a las estrategias, programa, proyectos enfocados a la prevención, investigación y sanción del delito, garantizar la protección de los derechos humanos y la capacitación y profesionalización de los elementos adscritos” en beneficio de la sociedad bajacaliforniana.
La primera reforma constitucional que presentó Bonilla Valdez se aprobó la madrugada del 1º de noviembre de 2019, con ella se creó la Fiscalía General del Estado (FGE), que se hizo cargo de la seguridad ciudadana, a la vez que se eliminó la Secretaría de Seguridad Pública.
En la iniciativa se reconoce a la FGE como el organismo constitucional autónomo responsable de la investigación de delitos y el esclarecimiento de los hechos, procurar justicia de manera eficaz y efectiva y apegada a derecho, combatir al crimen, disminuirlo, prevenir la violación a la ley, fortalecer el Estado de derecho, promover, proteger y garantizar los derechos de reparación integral, garantizar la protección de los derechos humanos y otorgar la capacitación y profesionalización del personal adscrito.
Bonilla aseguró que con la ampliación del nombramiento de Ruiz Hernández, quien fue su abogado como empresario, se fortalecería la FGE, pues se armonizaría su periodo con el artículo 102, apartado A, de la Constitución federal y con constituciones locales de Veracruz y Tabasco.
Aseveró que durante los años recientes, el problema de la seguridad pública se ha convertido en la principal preocupación de los bajacalifornianos.