Ciudad de México. Con 70 años de trayectoria, Angélica María sigue convencida de que nació para ser artista: “es una necesidad como lo es respirar; son sentimientos inexplicables, los cuales tengo que expresar y comunicarlos; quiero seguir sintiendo eso”.
Es, prosiguió, “como si hubieras vivido muchas vidas y tuvieras que contarlas; es un sentimiento muy complicado de explicar, porque naces con esto, con esa necesidad de estar arriba del escenario, frente a una cámara o cantando, sacando lo que tienes para dar, divertir y volverte una sola con las personas que te ven y te vas a otro mundo, a otra dimensión. Así me siento cuando trabajo”.
La actriz y cantante, figura destacada de la época del rock and roll. llamada La Novia de México en charla con La Jornada recordó los años dorados de su trayectoria, los días de filmación y las “estupendas historias” que se recreaban, así como de su incursión en los streaming junto con su hija Angélica Vale en el concierto Angelicales y su deseo de fundar un museo con piezas y objetos personales.
Una decena de shows, dos decenas de obras de teatro, 25 telenovelas, más de 60 películas, casi un centenar de fotonovelas, más de 600 programas de televisión y más de 200 premios en el continente, son parte de la numeralia que resume su brillante trayectoria.
La intérprete de Eddy Eddy y Una copa de champagne ha asumido la “tragedia mundial” derivada por la pandemia “como un llamado para darnos cuenta de lo que vale nuestra gente, el país, el planeta; de observar que hace falta mucho amor; desgraciadamente hay personas que no se han percatado que tenemos que ser mejores y respetuosos seres humanos”.
Lo cierto, admitió, “la gente es linda conmigo; siempre me tratan con amabilidad y hay uno que otro que se quiere portar mal, pero no lo dejamos –dice con tono divertido– porque las situaciones deben ser llevadas con gusto”.
Esta carrera, enfatizó Angélica María, “es difícil, está llena de tropiezos, lucha, envidias y desvelos, pero también te da mucho, soy millonaria en amor; a donde voy siento el cariño de la gente y eso no hay cómo pagarlo, solamente amando igual”.
Es cierto, “hay muchos obstáculos, no te podría precisar cuál es el peor o más grave porque son varios; pero el ser mujer… tú sabes que es más fácil todo para los hombres en cualquier ámbito; creo que esto ha mejorado, pero a pesar de todo una siempre sigue avante”.
Imagina, prosiguió, “cuando comencé mi carrera a los cincos años y medio, ser artista no era muy elegante que digamos, más bien era al contrario, pero era lo que me gustaba hacer y seguí haciéndolo, no me importó que me dijeran: ‘¡ay te vas a acabar suicidando, porque así pasa con los artistas!’, entre otras cosas horribles que me decían de chiquita’”.
En mi caso, “tuve mucho apoyo de mi familia, muy amorosa; también en el ambiente artístico me encontré con directores, productores y compañeros que me quisieron mucho; los grandes de la época del cine de oro como los Soler, Marga López, Pedro Infante o José Elías Moreno, eran divinos conmigo; los villanos como López Moctezuma, quien era el ser más dulce y bueno del mundo”.
Rememoró: “Tuve compañeros maravillosos, desde que me hacían caballito y jugaban conmigo cuando era niña y hasta que crecí hubo gente divina, pero también envidiosa y feíta, pero de ésta, hay que alejarse; en realidad, primero trato de conquistar a las personas y si no se dejan, me voy”.
Siempre, enfatizó La Novia de México, “he sido una cursi que he querido que me quieran siendo sincera, cariñosa y así como soy; muchas veces no logré, me traicionaron, me dieron en la torre, pero ni modo”.
Angélica María aunque tuvo diversos reconocimientos desde niña, aceptó que su verdadero éxito sucedió “cuando empecé cantar, me conocieron en toda América y siguieron los éxitos con mis grabaciones. Le debo a la música ser La Novia de México, así como me bautizaron. Cómo no amar el canto, sin música el mundo no podría ser”.
Hacia dónde va la actriz y cantante respondió: “A donde me lleven. Esta carrera es como estar en el mar, nunca vas a donde crees que irás; siempre sale una ola por un lado, otra por el otro y, tal vez llegas al lugar que pensabas, pero siempre vas a distintos lugares. Además, en esta profesión como en la vida, hay que trepar muchas montañas”.
Ahora, comentó, “mi mayor deseo es que mis nietos y mi hija sean felices, haciendo lo que les gusta hacer y que nuestro mundo agarre la onda y se llene de amor. Tenemos que cuidar el planeta y ser gentiles con las personas”.
Angélica María quien adelantó que ya tiene escrito su show de despedida, permanece activa, ha estado filmando y tiene diversos proyectos pospuestos por la pandemia, pero ahora la mantiene motivada el concierto Angelicales, el cual junto con su hija se transmitirá hoy por la plataforma Ticketmaster.
El concierto Angelicales, producido por las Angélicas, Morris Gilbert y Mejor Teatro es un recorrido musical por las trayectorias de ambas artistas, que incluye las famosas canciones de Angélica María desde la década de los 60. Mientras la Vale hace una revisión de los temas que han marcado su carrera teatral, incluidas algunas de sus imitaciones.
Y juntas, madre e hija, hacen un homenaje a Armando Manzanero, de quien Angélica María fue intérprete con temas inolvidables como Eddy Eddy, Para que nunca me olvides o Pensando en ti.