La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) condenó el homicidio del activista José Román Rubio López, dirigente del “Colectivo Tarahumara Sinaloense”, el pasado 20 de julio, y exigió a la Fiscalía General del Estado de Sinaloa realizar una investigación eficiente, objetiva, pronta e imparcial, en la que se identifique y localice a los autores materiales e intelectuales, considerando en sus líneas de investigación la labor que en vida realizaba la víctima.
De igual forma, lamentó el asesinato de Esteban López Beltrán, primo del ex gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez.
En un comunicado, reiteró su llamado para revisar y mejorar los mecanismos encargados de prevenir, proteger y evitar agresiones y homicidios en contra de personas defensoras de derechos humanos y en estos casos en especial señaló que observará la evolución de las investigaciones.
La CNDH advirtió que los asesinatos, actos de violencia y otros ataques cometidos en contra de defensores, afectan las garantías y derechos propios de todo ser humano y atentan contra el papel fundamental que juegan en la sociedad.
“Cuando se silencia la labor de activismo, se perjudica a todas aquellas personas y causas para quienes se trabaja, dejándoles en un estado de mayor vulnerabilidad e incluso hasta la indefensión, como sucede en este caso respecto de los pueblos Tarahumaras, en el estado de Sinaloa”.