Noruega recordó ayer el décimo aniversario del ataque terrorista de Utoya que dejó 77 muertos. El programa de conmemoración comprendió una ceremonia en el distrito gubernamental de Oslo, misa en la catedral y una recepción en el ayuntamiento. El príncipe Haakon de Noruega declaró que es responsabilidad de todos “trabajar a diario contra las fuerzas extremistas de derecha”. La premier Erna Solberg dijo que los atentados representaron “un ataque a la democracia”. El agresor, Anders Behring Breivik, detonó primero un coche bomba en Oslo y después condujo hasta la isla de Utoya, donde disparó contra los participantes del campamento anual para las juventudes del Partido Laborista. Foto Afp