Teherán. El presidente iraní, Hassan Rouhani, consideró ayer que los habitantes de la provincia de Juzestán (suroeste), donde estallaron violentos incidentes a causa de la escasez de agua, tienen derecho a manifestarse. La zona que alberga los principales yacimientos de petróleo de Irán se ha visto afectada desde finales de marzo por una sequía que ha provocado manifestaciones en varias ciudades. La declaración de Rouhani se produce después de que los medios de comunicación y los funcionarios iraníes informaron de al menos tres muertos, entre ellos un policía, en las protestas. “Es posible que una persona mal-intencionada pueda abusar de la situación, mezclarse entre el gentío y utilizar un arma de fuego”, afirmó Rouhani, sin dar más precisiones. Los funcionarios locales habían acusado a “oportunistas” y “agitadores” de disparar contra los manifestantes y las fuerzas del orden. En los últimos días, medios de comunicación que transmiten en farsi desde el extranjero han informado de movilizaciones reprimidas por las fuerzas del orden, mientras los medios de comunicación locales se mostraban inicialmente bastante silenciosos sobre el tema.