Cuernavaca, Mor. Habitantes de Cuernavaca y Temixco, en el estado de Morelos, impiden el paso de carros recolectores de basura para que no se depositen desechos en el basurero de Loma Mejía, ubicado en el ejido de San Antón, en la zona circundante de la capital morelense.
Los manifestantes aseguran que autoridades de Cuernavaca, empresas de basura y ejidatarios de San Anton reactivaron casi a “escondidas” este relleno sanitario.
Este jueves se dio el segundo bloqueo al basurero en lo que va de la semana, pues el pasado martes también prohibió el paso un grupo de personas de diversas colonias ubicadas en la subida a Chalma (vía que comunica al estado de México), lo que culminó en protestas en las dos glorietas que están esa carretera.
Con pancartas y gritos, los pobladores obligaron a regresar a las unidades recolectoras que intentaban pasar. Los inconformes se organizaron en grupos de entre 6 y 8 personas para vigilar que no transiten las unidades recolectoras ni de día ni de noche.
“Estamos demandando la clausura total del tiradero de Loma de Mejía, porque originalmente cuando se proyectó este relleno sanitario debía de cumplir con una normas muy específicas para poder funcionar como relleno sanitario, pero se descubrió en ese entonces (en el 2008) que no se pusieron las capas, membranas correctas, para poder aislar los lixiviados del subsuelo, porque en esa zona hay muchos mantos acuíferos”, dijeron los manifestantes.
Desde que se construyó en el 2008, el basurero de Loma de Mejía no cumplió con los requisitos para operar como tal, por lo que se clausuró en el 2010 y desde entonces había permanecido cerrado.
“Cuando se descubrió que la empresa Pasa no cumplió con los requisitos establecidos en la construcción de ese relleno sanitario, se clausuró en el 2010, durante la administración de Manuel Martínez Garrigós (2009-2012), porque científicos y académicos de diferentes instituciones públicas ratificaron que este no cumplía con las normas (NOM-083- Semarnat -2003). Era en ese entonces un tiradero a cielo abierto y actualmente lo sigue siendo”, expresó María Garmendia, vecina del fraccionamiento Lomas del Sol, ubicado en la subida a Chalma.
Desde el lunes pasado, los pobladores de Santa Úrsula les cerraron el paso a las unidades recolectoras por lo que a los carros no les quedó otra opción que subir por la subida a Chalma, pese que por esta vía no deberían de transitar unidades pesadas.
La subida a Chalma, único ingreso a las colonias (Lomas de Tetela, Sol, Atzingo, Rancho Tetela, Ruiz Cortines, Colonia del bosque, Las minas, La cañada, Pradera entre otras ) es empinada e incluso se colocaron señalamientos de que está prohibido el paso de unidades grandes de carga porque hay curvas muy cerradas y además se han registrado varios accidentes mortales.
Vecinos de San Anton, Cuernavaca, afectados de manera directa con este tiradero, aseguraron que la empresa DKDA (dedicada a la recolección de basura), con el apoyo de algunos funcionarios del ayuntamiento que encabeza Antonio Villalobos Adán (quien llegó por Morena 2018 pero buscó la reelección por el PT sin lograrlo), buscaron a algunos ejidatarios de San Antón y “con una asamblea amañada y con sobornos” lograron que los ejidatarios aceptaran otra vez la reactivación de dicho relleno sanitario.
La otra empresa contratada por esta administración para recolectar la basura en la capital es Compañía Ambiental (una recolecta la basura y otra la traslada al relleno o tiradero).
Antes de que estas empresas tiraran la basura en Loma de Mejía; la basura de Cuernavaca se llevaba a un relleno sanitario que está en Cuautla, pero “un nuevo empresario” comenzó a trabajarlo, “a rehabilitar, entiendo, y se hizo contrato con el ayuntamiento, para que una vez que cumplió con los requisitos ambientales, en vez de tirar en Cuautla, comenzó a tirar en este relleno sanitario”.
El alcalde, Antonio Villalobos, aceptó que autorizaron la reactivación de dicho relleno sanitario al señalar que este cuenta con “el plan de seguridad de emergencia, evacuación, bitácoras de depósitos de residuos sólidos, la licencia de uso de suelo, el dictamen de visto bueno ambiental, la constancia de no afectación arbórea, la licencia de funcionamiento y el visto bueno del programa interno del relleno sanitario de Loma de Mejía.”
Ante esto, habitantes de Cuernavaca y Temixco, exigieron a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría de Protección al Ambiente (Profepa), cancelar de manera definitiva este basurero porque aseguran que acabará con "el clima de Cuernavaca", uno de los recursos más valiosos de la ciudad de la “eterna primavera”.