Ciudad de México. Las palabras de María Dolores Ábalos, viuda de Manuel Buendía, fueron enfáticas luego del crimen contra el periodista: “¿Va a ser la mortaja de mi marido la impunidad del asesinato?”
El documental Red Privada: ¿Quién mató a Manuel Buendía?, dirigido por Manuel Alcalá y narrado por Daniel Giménez Cacho, que se estrenó en Netflix, se devela y desarrolla tras una ardua investigación del personaje, su trayectoria y asesinato, ocurrido la tarde del 30 de mayo de 1984, durante la administración de Miguel de la Madrid.
El largometraje es “una inmersión profunda” en el trabajo de Buendía, en el que se busca esclarecer su asesinato, así como los vínculos entre la política y el narcotráfico y las relaciones prensa-poder. Es una “historia donde hay mucho por explorar y es punto de partida para hablar sobre las agresiones contra los periodistas”.
El realizador Manuel Alcalá en entrevista sostuvo: “Ésta fue una investigación muy larga, que tenía dos lados: por una parte el asesinato y todo lo que se involucraba en el caso, el cual de alguna manera fue de criminología, de hilar, tener el expediente, observar los hechos y las versiones que existían”.
De hecho, “la investigación sobre el asesinato tomó cinco años; había muchísimo material y diversas fases, porque de repente, ya se habían dado por vencidos, luego pasaron de un fiscal a otro hasta llegar a una resolución muy política del caso. Este fue un aspecto sobre la investigación”.
El otro lado, prosiguió Alcalá, “el más interesante, para mí de manera personal, fue la investigación del personaje de Buendía, lo cual pudo ser gracias a amigos, colegas y personas cercanas a él; sin embargo, me sentí más cercano al periodista a través de sus columnas”.
Subrayó: “La gran joya que recibí en este documental fue la ayuda de la Fundación Manuel Buendía y de Miguel Ángel Sánchez de Armas, pues tenían todas las columnas escritas a máquina, con notas en los márgenes, tachones; entonces tocar esos textos y leer 20 años de columnas del periodista fue lo que más me acercó al personaje; pero esto mismo resultó complicado para escoger cuáles de esas columnas respondían al ritmo y estructura de la película”.
Manuel Buendía, explicó el realizador, “es un personaje muy complejo; yo no lo conocí, pero lo fui conociendo a lo largo de estos 10 años, pues tenía varios aspectos como personaje; por ejemplo, él empezó en un seminario, trabajó para el periódico La Nación, luego dio ese brinco de derecha hacia un lado más progresista, denunciando a la Iglesia, a las instituciones; incluso su Red privada, esa red de contactos, no dejó de sorprenderme”.
¿Quién mató a Buendía?, Alcalá respondió: “Cuando empezó la investigación acerca de su muerte, las primeras cosas que hicieron fue tomar sus columnas y enlistar a toda la gente sobre la que escribió y sumó más de 900 posibles asesinos; iban desde Juan Gabriel hasta Ronald Reagan”.
De manera paralela, el director busca con su documental que no se normalicen las agresiones contra periodistas, “porque cuando murió Buendía hubo titulares en periódicos, luto, pero sobre todo el gremio se unió e hizo un esfuerzo impresionante para presionar al gobierno y esclarecer el crimen; empujó muchísimo la investigación”.
A la par “fue importante retomar el caso del asesinato del corresponsal de guerra (en El Salvador) Ignacio Rodríguez Terrazas, el impacto que tuvo su muerte, pues mandaron el avión presidencial y Buendía habló en el mitin (de protesta), pero sin duda, fue un preludio a lo sucedido” contra el autor de Red Privada. También, agregó Alcalá, “se hace un vínculo con el surgimiento de los cárteles, en ese momento, que es punto aparte en la historia del México moderno”.
Para la realización de la película, Alcalá priorizó el aspecto didáctico y recurrió a su faceta como diseñador. Pensó “en cómo comunicar tanta información, la forma de hacerla llegar al público, mantener una narrativa y ponerla en la mesa; traté de que no fuera una entrevista, sino incluyera referencias visuales, que hubiera un juego en el que el espectador no se quedara sólo con un testimonio”.
Entre la infinidad de personajes que resuenan en el crimen de Manuel Buendía están José Antonio Zorrilla, Juan Rafael Moro Ávila y Manuel Bartlett; también se menciona a la Dirección Federal de Seguridad, a la CIA, el espionaje, al narco, caciques, traficantes de armas y diversas instituciones.
Hace dos años, Alcalá buscó a Bartlett, quien lo recibió “en su oficina en la Comisión Federal de Electricidad, fue una entrevista larga donde no pude grabar, me expuso lo que muchas veces ha expuesto sobre su involucramiento; me dijo que no tuvo nada que ver en el crimen, que Zorrilla actuó por sí solo, que no sabía más y no podía aparecer en el documental”.
En Red Privada se escuchan testimonios de Blanche Petrich, Carmen Aristegui, Elena Poniatowska, entre otros personajes, como Jorge Carrillo Olea, Ignacio Morales Lechuga, Iván Restrepo y Virgilio Caballero; a este último Buendía ya le había dicho que lo iban a matar.
En el documental se recuerdan las palabras de Buendía: “Mire, si alguna vez yo fuera víctima de un atentado y pudiera pronunciar mis últimas famosas palabras, solamente diría esto: ‘merecido me lo tenía’”. También sostuvo: “Yo pienso que las represalias, los riesgos y todo forman parte del oficio. El que no quiera ver fantasmas que no salga de noche”.
Red Privada…, que se encuentra disponible en Netflix, es producción de Inna Payán, Gerardo Gatica, Manuel Alcalá, Moisés Cosío y Luis Salinas.