Portland. Los incendios forestales en el oeste de Estados Unidos, incluido uno en Oregon que por ahora es el más grande del país, opacan los cielos a distancias tan lejanas al este como Nueva York, mientras arrojan columnas de humo y cenizas hasta de 10 kilómetros de alto.
Los cielos en la ciudad de Nueva York estaban brumosos antier debido a los vientos que llegaban al este desde California, Oregon, Montana y otros estados. El incendio Bootleg de Oregon se extendía a mil 595 kilómetros cuadrados, la mitad del área de Rhode Island.
También había incendios activos en ambas partes de la Sierra Nevada en California. En el condado Alpine, en los llamados Alpes de California, el incendio Tamarack obligó a desalojar varias poblaciones y se extendía 158 kilómetros cuadrados y seguía avanzando. El incendio Dixie –cerca de la localidad de Paradise, que en 2018 se vio devastada por las llamas– abarcaba más de 163 kilómetros cuadrados y amenazaba pequeñas comunidades en la región de Feather River Valley.
“Estamos viendo muchos incendios producir tremendas cantidades de humo que, por lo regular, cuando llega al este del país se dispersa, pero este verano sigue bastante espeso, ya hay demasiado humo en la atmósfera”, indicó David Lawrence, del Servicio Meteorológico Nacional. “En los últimos dos años hemos visto este fenómeno”.
A los habitantes de partes de Nueva Jersey, Pensilvania y otros estados del este que sufren de males cardiacos, asma y otros problemas de salud se les recomendó permanecer en espacios cerrados. Las alertas de mala calidad del aire en partes de la región seguirán hoy.
Tony Galvez huyó del incendio Tamarack en California el pasado martes junto con su hija, y poco tiempo después se enteró de que su casa quedó reducida a cenizas.
“Perdí toda mi vida, todo lo que tenía. Los niños es lo que importa”, dijo, mientras recibía llamadas de familiares.
El incendio de Oregon ha arrasado la parte sur del estado y se ha expandido hasta 6 kilómetros por día, avivado por los vientos y la fuerte sequía que han convertido árboles y maleza en un polvorín.
Oregon prohibió ayer todas las fogatas en tierras administradas por el estado y en terrenos estatales ubicados al este de la interestatal 5, una importante autopista que suele ser considerada la línea divisoria entre el oeste de la entidad, el cual es más húmedo, y el este más árido.
Mientras, en el sur del continente, una inusual ola de frío, con temperaturas que descendieron a punto de congelación en cuestión de minutos, asestó un golpe al corazón del cinturón cafetero de Brasil, dañando los árboles y perjudicando las perspectivas de la cosecha del próximo año.
Los productos agrícolas de todo el hemisferio occidental se han visto golpeados durante toda la temporada por unas condiciones meteorológicas inusualmente adversas, ya sean inundaciones o sequías extremas.
Brasil es el mayor productor mundial de café, ya que su clima es el más propicio para la producción de los granos. Los precios subieron casi 14 por ciento en respuesta a las heladas, acercándose a los máximos de cuatro años y medio.