Adís Abeba. Al menos 20 civiles murieron y decenas de miles fueron desplazados en intensos combates entre rebeldes y fuerzas progubernamentales en la región de Afar, fronteriza con Tigray, en el noreste de Etiopía, informó el jueves un funcionario etíope.
Los combates en la región de Afar indican un riesgo de expansión de la guerra en Tigray, que ha dejado miles de muertos y cientos de miles de desplazados en ocho meses, según Naciones Unidas.
El domingo, los rebeldes que se oponen a las fuerzas progubernamentales dijeron que habían realizado operaciones limitadas en la región de Afar.
Pero Mohammed Hussen, un funcionario regional de la Agencia Nacional de Protección Civil, dijo el jueves que las operaciones habían sido a gran escala, con fuerzas rebeldes "cruzando la frontera hacia la región de Afar y atacando a comunidades pastoriles inocentes".
"Continúan los intensos combates. Cerca de 70 mil personas se han visto directamente afectadas y están desplazadas (…) Más de 20 civiles han sido asesinados", añadió, acusando a los rebeldes de querer "someter a los Afar".
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, Premio Nobel de la Paz en 2019, envió al ejército federal a Tigray en noviembre de 2020 para deponer a las autoridades regionales del Frente de Liberación del Pueblo de Tigré (TPLF).
Dijo que la operación, lanzada tras meses de tensión, era una respuesta a los ataques a los campos del ejército federal ordenados por el TPLF, un partido que dominó el poder etíope durante tres décadas. son de cuarta
Abiy declaró la victoria a finales de noviembre tras la toma de la capital regional, Mekele. Pero los combates han continuado y recientemente se han vuelto en contra de los intereses del gobierno.
El 28 de junio, las fuerzas rebeldes pro-TPLF reconquistaron Mekele, y en los días siguientes gran parte de Tigré, marcando un punto de inflexión en el conflicto.
Abiy prometió rechazarlos y movilizó a las fuerzas regionales, especialmente de Oromia, para que lucharan junto al ejército federal.
Los combates en la región de Afar han interrumpido la distribución de ayuda alimentaria en Tigray.
Diez vehículos del Programa Mundial de Alimentos (PMA) que transportaban ayuda fueron atacados el domingo a unos 100 kilómetros de la capital de Afar, Semera, lo que llevó a la agencia de la ONU a suspender sus convoyes que pasaban por esta ruta.
La carretera que atraviesa Semera para entrar en Tigray se ha convertido en un punto crítico para la entrega de ayuda humanitaria, después de que dos puentes en otras carreteras fueran destruidos a finales de junio.
Según un documento de la ONU consultado por AFP, el miércoles se produjeron intensos combates de las fuerzas especiales de Afar y los soldados del ejército federal contra las tropas del TPLF en los distritos de Awra y Ewa.
Estos dos distritos de Afar limitan con el sur de Tigray y el norte de la región de Amhara, donde recientemente se desplegaron miles de milicianos.
La ruta que une Etiopía con el puerto de Yibuti, al este de la región de Afar, es vital para este país sin salida al mar, lo que hace temer que los rebeldes tigrenses quieran cortarla.
El jueves, el jefe de la Agencia Nacional de Protección Civil dijo que la carretera estaba "abierta" y era "muy segura", y añadió que cualquier afirmación en sentido contrario era "propaganda" del TPLF.
En Adís Abeba, la capital de Etiopía, una manifestación de apoyo al ejército llevó a decenas de miles de personas a la emblemática plaza Meskel
Los manifestantes desplegaron pancartas en las que describían al TPLF como "el cáncer de Etiopía" y decían que el ejército está "por la verdad y la justicia".
La alcaldesa de Adís Abeba, Adanech Abiebe, acusó al TPLF, considerado una "organización terrorista" por las autoridades federales, de colaborar con los medios internacionales para "difamar a nuestro ejército".