Habitantes de los municipios de Cuernavaca y Temixco exigieron a los tres niveles de gobierno que cierren el relleno sanitario Loma de Mejía, ubicado en la primera demarcación, porque contamina el medio ambiente, especialmente los manantiales que abastecen de agua a la capital de Morelos.
Pobladores de colonias cercanas al confinamiento, que se halla en el norponiente de Cuernavaca, recordaron que éste comenzó a operar en enero pasado, luego de que autoridades ambientales lo clausuraron el año anterior.
El martes pasado vecinos de Loma de Mejía, Lomas de Atzingo, Lomas del Sol y Lomas de Tetela impidieron el paso a camiones de basura, que en días recientes aumentaron sus recorridos y las descargas de desperdicios.
Según colonos de Loma de Mejía, el incremento de la afluencia de vehículos fue resultado de que la semana pasada residentes de la comunidad Santa Úrsula, municipio de Temixco, protestaron contra el paso hasta de 40 automotores diarios que llevaban desechos al basurero, lo que obligó a los conductores, procedentes de Cuernavaca, a tomar otra ruta.
En tanto, el ayuntamiento de Tlalnepantla, estado de México, aseguró ayer que el relleno sanitario de la localidad cumple las normas ambientales y seguirá operando porque es la mejor opción para confinar los desperdicios domésticos generados en el municipio.
El martes anterior el Congreso mexiquense aprobó por unanimidad exhortar a la alcaldía de Tlalnepantla y a autoridades estatales de medio ambiente a que clausuren el confinamiento por originar “gases, malos olores y fauna nociva”.
La legislatura local agregó que el vertedero, “ubicado en un predio de 36 hectáreas, comenzó a funcionar en abril de 1998 y ha causado enfermedades, fallecimientos, malformaciones de recién nacidos, y contaminado agua, suelo y aire”.
Este miércoles, el gobierno de Tlalnepantla informó que el 21 de mayo pasado la Secretaría del Medio Ambiente estatal le entregó un dictamen de cumplimiento de la norma federal NOM-083-Semarnat, el cual acredita que el sitio opera dentro del marco legal.
La dependencia constató que el basurero cumple con las normas de contención y aprobó estudios de geología, hidrogeología, topografía, geotécnica, generación de biogás y lixiviados, así como de explosividad.