Ciudad de México. La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México dirigió a la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social la Recomendación General 01/2021 sobre la protección de las personas en situación de calle, mediante el cambio de un modelo asistencial a uno integral y el fortalecimiento de los núcleos familiares.
El hecho de pertenecer a esta comunidad o vivir en pobreza, destacó la presidenta del organismo, Nashieli Ramírez, “no justifica por sí mismo la separación del niño, niña o adolescente de su único familiar o comunitario”.
Las familias, sin embargo, terminan por separarse entre las dificultades que deben sortear, perpetuándose roles de género que impactan diferenciadamente a las mujeres, por lo que cada caso requerirá de un análisis ad hoc para determinar la ruta que más le beneficie, dijo.
De acuerdo con el último censo realizado, en las calles de la Ciudad de México 6 mil 754 personas crecen, aman, sufren, ríen o lloran; hacen frente a situaciones de desigualdad, marginación o exclusión; construyen vínculos afectivos, y desarrollan identidades sociales.
Esa identidad colectiva, agregó, puede no ser tan satisfactoria cuando se trata de un grupo que histórica y socialmente ha sido violentado, estigmatizado y discriminado, sobre todo en las calles, la comunidad o las instituciones.
La importancia por ello de identificar áreas de oportunidad para garantizar el pleno goce y ejercicio de sus derechos e inclusión en la comunidad, donde han intervenido desde la Fiscalía General de Justicia hasta el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia.
La norma impone a las autoridades la obligación de respetar las responsabilidades, derechos y deberes de quienes ejercen la patria protestad, tutela, guarda, custodia o acogimiento para que les brinden la orientación apropiada para el ejercicio de sus derechos.
A pesar de los grandes avances normativos, la CDHCM observa un número considerable de barreras para la convivencia o reintegración de los niñas, niños y adolescentes en situación de calle, que son separados de sus círculos.
En ocasiones, no pueden acceder a planes individualizados de cuidados alternativos, que garanticen su derecho a la unidad familiar y al desarrollo, por lo que se requiere que la Sibiso ejecute una estrategia institucional para su atención integral.
Se trata, consideró, de sustituir el modelo basado en la asistencia social a la construcción de uno integral; modificar la normatividad en los centros de asistencia integración social para permitir el acompañamiento y fortalecimiento de los núcleos familiares.
Así como llevar a cabo brigadas periódicas de atención oportuna a personas en situación de calle, y la elaboración de una estrategia integral de cuidados para personas con discapacidad, y contar con el apoyo del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones.
La revisión de la ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México es otro de los puntos recomendatorios, indicó.