Sin “cierres absolutos” de escuelas, incluso con semáforo en rojo, maestros y padres de familia demandaron al gobierno federal establecer estrategias de vacunación para alumnos de prescolar, primaria, secundaria y bachillerato, pues de lo contrario “sería un riesgo no sólo para los niños, también para las familias, que aunque estemos vacunados, nadie nos asegura que no podamos contagiarnos”, afirmó Estela Genaro, madre de Liliana y Mónica, alumnas de primaria.
En entrevista por separado, Felipe Ramos Trejo, profesor de secundaria, destacó que el gobierno federal “debe consultar a las comunidades escolares antes de anunciar que no habrá cierres de escuelas, aun en semáforo rojo, porque primero toma las decisiones y luego pide a los directores y profesores reportes de cómo están las escuelas y cuáles son sus carencias”.
Señaló que si la determinación de las secretarías de Salud y Educación Pública es mantener los centros escolares abiertos, debido a los más de 15 meses de suspensión de clases presenciales, “también debería dar a conocer cómo se logrará que las escuelas tengan las condiciones de seguridad sanitaria e higiene, cuando nos está entregando un kit de limpieza con unos cuantos litros de cloro y gel antibacterial, incluso para escuelas con más de mil alumnos”.
Estela Genaro consideró que “enviar a mis hijas a la escuela cuando la ciudad puede estar en semáforo rojo sería como echarse un volado, porque el riesgo de que se puedan contagiar es muy alto y no podría con esa angustia. Sé que llevan meses en casa y que lo que más quieren es volver a ver a sus amigas y maestros, pero cómo le haces ante el peligro de que se enferme alguien en casa”.
Al respecto, directores de escuelas primarias y secundarias destacaron que cualquier determinación del regreso a clases presenciales deberá ser resultado de la consulta a las comunidades escolares, “porque serán las que enfrenten los desafíos y riesgos de contagio de acuerdo con sus condiciones reales”.
Tomás Aguilar, director de primaria, destacó que en los estados “enfrentamos muchas carencias, sobre todo el acceso al agua potable y al Internet. En Querétaro, tenemos regiones en la Sierra Gorda donde no llega la señal y el agua se acarrea.
“Si bien tenemos espacios grandes y varias escuelas en el medio rural siguieron con ciertas actividades (dar cuadernillos y recoger tareas), también hay preocupación de posibles brotes y de que se responsabilice a la escuela como motor de los contagios”, subrayó.