En la actualidad, sólo una mínima parte de las compañías mexicanas tienen “metas ambiciosas” de cuidado del medio ambiente o cuentan con estrategias de uso de energías renovables, por lo que es urgente colocar con mayor fuerza la idea de que la productividad empresarial no está reñida con la protección de la ecología.
En el foro virtual “Oportunidades y retos de colaboración para impulsar la acción climática corporativa en México”, también se señaló que la iniciativa privada debe formar parte de las estrategias de solución, junto con el sector público y la academia, ante fenómenos como el cambio climático.
Mauricio Bonilla, director ejecutivo de la organización civil Pacto Mundial México, señaló que aunque se ha trabajado a nivel internacional por más de dos décadas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, todavía hay un camino largo por recorrer para que a nivel local se tomen accio- nes contundentes en ese sentido.
Un ejemplo de ello, dijo, es que según un estudio realizado en 2019 por el colectivo World Wildlife Fund, sólo 2 por ciento de las 151 empresas más importantes de México demostraron tener “metas ambiciosas” en materia de lucha contra el calentamiento global, alineadas con el Acuerdo de París.
Por lo anterior, anunció que se impulsarán cursos de capacitación dirigidos a empresas mexicanas a fin de que éstas sepan cómo reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes y se alcance la meta de no rebasar el límite de 1.5 grados centígrados de aumento en el clima mundial en los próximos años.
Jaime Rodríguez Segovia, director ejecutivo de Cydsa, coincidió en que uno de los principales retos para las compañías –especialmente las micro, pequeñas y medianas– es la falta de capacitación para saber cómo armonizar su productividad y el cuidado del medio ambiente, pero también la carencia de financiamiento suficiente para modernizarse.