Cuando inicien las competencias en los Juegos de Tokio, este miércoles, a la par se verán actos de libre expresión de los deportistas, los cuales han estado prohibidos desde hace tiempo en la justa veraniega cuatrienal.
La selección británica femenina de futbol anunció que se pondrá de rodillas antes del partido contra Chile en Sapporo para mostrar su apoyo a la lucha por la justicia racial. “Queremos mostrarles a todos que esto es algo serio. Qué mejor que en el escenario olímpico”, dijo la defensora Demi Stokes.
Una hora más tarde en Tokio, Estados Unidos y Suecia repetirán el gesto que es reconocido globalmente desde el asesinato de George Floyd hace 14 meses. Este mes, los equipos masculinos de Inglaterra e Italia lo hicieron también en la final de la Eurocopa.
Lo que se ha vuelto común en el futbol moderno inicia una nueva era para los deportistas olímpicos, más de 50 años después de que el puño alzado por los atletas estadunidenses Tommie Smith y John Carls, en México 1968, los hizo a la vez íconos y parias.
Aun así, las normas del Comité Olímpico Internacional les dan una libertad limitada. Apenas este mes, el COI aflojó su prohibición de todo tipo de protesta en los escenarios de competencia, ello tras dos revisiones por la comisión de atletas del organismo, que se opuso.
A partir de ahora esos gestos son permitidos antes del comienzo de carreras y partidos, en el terreno y en la línea de largada, pero siguen prohibidos en el podio de medallas, e incluso las concesiones del COI dejan a discreción de los organismos rectores de los deportes individuales si retienen o no la prohibición.
Abogados que estudian la regla 50 de la Carta Olímpica –que prohibía cualquier tipo de “demostración o propaganda política, religiosa o racial”– avizoran problemas con deportistas y el COI encaminados al Tribunal de Arbitraje del Deporte.
Por otra parte, a propuesta de Thomas Bach se incluirá la palabra “juntos” al final del lema olímpico, que a partir de ahora será: “más rápido, más alto, más fuerte–juntos”. Ello fue aprobado por unanimidad durante la sesión número 138 del COI, celebrada en Tokio, y el cambio reconoce el poder unificador del deporte y ahora será: Citius, Altius, Fortius, Communis, en latín.
