Ciudad de México. La jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum reveló que desde hace muchísimos años, pero en particular en el último gobierno, la principal labor era espiar a la oposición, para prevalecer en ese régimen de privilegios, de corrupción y autoritarismo.
“Muchos estábamos vigilados desde hace mucho tiempo”, expresó, tras señalar que eso muestra a qué dedicaban los recursos públicos, a diferencia de lo que ocurre en la actualidad, que son utilizados para el beneficio del pueblo y de la gente.
Dijo que, en el caso de la Ciudad de México, hay una investigación en curso en la Fiscalía General de Justicia capitalina, luego de que al iniciar su gestión se descubriera un edificio donde había equipos de espionaje, en el que ya no se encontraron muchas cosas, pero se abrió una carpeta en el Ministerio Público.
Comentó que, en su caso, desde que participó en la encuesta para definir al candidato a la jefatura de Gobierno, se acercaron algunas personas de la administración anterior, para informarle “de buena voluntad”, que tuviera cuidado, que estaban espiando su correo electrónico y su teléfono.
“Habría que preguntarle a la fiscal (Ernestina Godoy), pues cómo va esa investigación que se hizo entonces, y qué alcances ha tenido”, apuntó.
Desde diciembre de 2018, La Jornada documentó que la anterior administración operaba un centro de espionaje en la calle Márquez Sterling número 15, en la colonia Centro, donde se hacía seguimiento de las actividades de funcionarios públicos, políticos y periodistas, a través de sus mensajes telefónicos y correos electrónicos.
Es ilegal y corresponde a un régimen autoritario
Sobre el espionaje a actores políticos y sus familiares, así como a periodistas a través del sistema Pegasus, la mandataria coincidió con lo expresado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, respecto de que el viejo régimen se dedicaba a espiar a todos aquellos que fueran de oposición, desde hace mucho tiempo, lo que es totalmente ilegal y corresponde a un régimen autoritario.
Subrayó que con el nuevo gobierno se cambió el Cisen a un Centro Nacional de Inteligencia para trabajar por la paz en el país a fin de que, en todo caso, sirva para detención de delincuentes o todo lo que tiene que ver con las labores de seguridad; pero no tiene nada que ver con el espionaje a los opositores, expresó. “Esa es la gran diferencia; es decir, pasamos de un régimen autoritario a un régimen democrático, aunque algunos digan lo contrario; de un régimen que espiaba a la oposición, a un régimen libertario que no reprime a ningún periodista, que promueve la libertad de expresión”, puntualizó.
A su vez, el secretario de Gobierno, Martí Batres, refirió que hace unos días se publicó información de que desde la Presidencia se había encargado a la Marina y otras instituciones espiar a periodistas, cuando es información de otro sexenio. “Se combatió al presidente actual; o sea, con una información falsa”, precisó.