El Instituto Nacional Electoral (INE) comenzó las jornadas nacionales de difusión de la consulta popular sobre el desempeño de los políticos del pasado que se efectuará el primero de agosto. Especialistas destacaron dos elementos centrales: no hay espacio a la confusión, pues está claro que no se trata de un sondeo sobre la posibilidad de enjuiciar a ex presidentes de la República, pero reivindicaron la participación en el primer ejercicio de democracia directa en el país.
Para el consejero del INE Martín Faz, se han realizado todos los esfuerzos logísticos para garantizar un ejercicio exitoso de consulta popular, que es lograr una organización similar a los estándares de las elecciones: que se instalen todas las mesas receptoras con los funcionarios designados, que se brinden las condiciones para que participe la ciudadanía, que fluyan los resultados y se difunda un conteo rápido la noche del primero de agosto.
El INE no es responsable de los niveles de participación, en especial cuando se determinó que la difusión de esta jornada comenzara el 15 de julio, según definió el Congreso. Hubiera sido deseable más tiempo y que el INE contara con mayores recursos para financiarla. Reconoció que la pregunta es muy compleja, pero tampoco es algo en lo que el INE pudiera incidir para modificar, pues es lo que definió la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Faz consideró que lo más relevante de la consulta es que, por primera vez, el país entra a un ejercicio de democracia directa, un ámbito en el que México se ha mantenido rezagado. En gran parte, dijo, porque registró una larga transición para consolidar una democracia representativa, pero también porque a muchos sectores les incomoda este tipo de mecanismos de consulta de las decisiones políticas, por lo que celebró su realización.
Por la tarde, difundida en las redes sociales del INE, se realizó la jornada nacional de promoción, en la que el investigador en derecho Francisco Dondé destacó la relevancia de poder asociar este ejercicio a un modelo de justicia transicional para revisar el pasado y que permita buscar mecanismos de solución que incluso pudieran derivar en comisiones de la verdad o de reconciliación nacional. “La consulta nos invita a reflexionar sobre un modelo de transición con estos ejercicios de democracia directa”.
Para Dondé “no es una consulta para juzgar a ex presidentes, eso es muy claro. Lo que se busca es garantizar justicia y derechos de las posibles víctimas, cualquier acción pertinente debe tener como resultado garantizar la justicia y mecanismos judiciales o cuasi judiciales”.
El especialista Alejandro Monsiváis indicó que se debe partir por asumir que esta primera consulta popular no es una iniciativa ciudadana, sino una propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador; se deben asumir las complejidades logísticas de la pregunta y valorar el aprendizaje crucial que está detrás de este ejercicio para futuras consultas.