Bruselas. Bélgica observó un día de luto el martes por las víctimas de las inundaciones de la semana pasada, en tanto la canciller alemana Angela Merkel visitó por segunda vez la región más afectada por el desastre, que causó casi 200 muertes en los dos países.
El rey y la reina de Bélgica visitaron la población de Verviers en el este del país para ofrecer consuelo a los familiares de las víctimas y a los que perdieron sus posesiones en los torrentes que cobraron al menos 31 vidas.
“No los abandonaremos”, escribió el primer ministro Alexander De Croo en una carta publicada en los periódicos locales. “Haremos todo lo posible para apoyarlos”.
Unas 70 personas están desaparecidas o no ha sido posible comunicarse con ellas luego de que las lluvias intensas convirtieron las calles de la región en torrentes de agua, barro y escombros. Las banderas ondearon a media asta y al mediodía ulularon las sirenas en todo el país, seguido de un minuto de silencio.
Llega ayuda de todo el país y unos 10 mil voluntarios se han ofrecido para ayudar en la limpieza una vez que retrocedan las aguas.
En Alemania, Merkel visitó por segunda vez la región occidental afectada por riadas mientras los rescatistas seguían buscando víctimas entre el barro y los escombros. En la población de Bad Muenstereifel, Merkel visitó en primer término un depósito donde guardaban donaciones.
Hasta el momento se ha confirmado la muerte de 196 personas: 165 en Alemania y 31 en la vecina Bélgica.
Merkel y De Croo han prometido ayuda financiera de inmediato y redoblar los esfuerzos para frenar el cambio climático.
Ministros de ambiente de la Unión Europea se reunieron en Eslovenia el martes para evaluar el enorme y costoso plan para el cambio climático.
El viceministro de Ambiente alemán, Jochen Flasbarth, dijo que “no tenemos alternativa” a cumplir el plan.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, dijo que “lo visto la semana pasada fue un pequeño recordatorio que el costo en vidas humanas y los costos materiales de la inacción son mucho, mucho más altos que el costo de la acción”.
“La humanidad enfrentará patrones climáticos muy erráticos: 50 grados (Celsius) en el noroeste de Canadá, 40 grados en Siberia, 40 grados en Europa central. Las inundaciones, sequías, los incendios forestales que afectan la agricultura. Todo es consecuencia de la crisis climática”, dijo.