Zacatecas, Zac. El gobernador electo de Zacatecas, David Monreal Ávila, quien fue postulado por la coalición de los partidos Morena, PT, PVEM y Panal, “no perseguirá” a ex funcionarios priistas de la administración saliente, en una nueva postura política que consolida la presunta “transición pactada”, que habría realizado antes de la elección del pasado 6 de junio, con el gobernador saliente Alejandro Tello Cristerna del PRI, tal como algunos militantes de todos distintos partidos políticos rumoraban durante las campañas.
Al presidir ayer lunes la instalación del comité de entrega – recepción de la administración pública estatal, en presencia del propio Alejandro Tello Cristerna, David Monreal Ávila (quien tomará posesión del cargo el próximo 12 de septiembre), aseguró que en su gobierno “no habrá persecución, no habrá cacería (de brujas), no habrá sino objetividad en el trabajo de entrega recepción, es un compromiso con el pueblo de Zacatecas”.
De hecho, desde que ganó la elección, el gobernador electo de Morena ha hecho hincapié, de que antepondrá la “gobernanza”, como premisa de su administración.
Ello a pesar de las múltiples acusaciones de diputados de oposición al PRI en el Congreso del Estado (incluida toda la bancada de Morena), contra el gobernador Alejandro Tello Cristerna, a quien se le atribuye mantener a Zacatecas en el atraso económico, y de congeniar con las grandes trasnacionales mineras que operan en la entidad, como Grupo Frisco de Carlos Slim, Peñasquito de Newmont y las filiales de Peñoles y Fresnillo PLC, propiedad de Alberto Bailleres, entre otras, a quienes el mandatario sirvió, al principio de su mandato en el año 2016, al rechazar públicamente el decreto que el entonces presidente Enrique Peña Nieto tenía listo, para declarar 2.5 millones de hectáreas del semidesierto zacatecano, como Reserva de la Biósfera, cosa que las mineras rechazaron.
A Tello Cristerna también se le atribuye llevar al borde de la quiebra el sistema de pensiones del ISSSTEZAC, del que dependen 24 mil derechohabientes y a cuyos directores y administradores generales él designó; así como el heredar una deuda pública superior a los 7 mil 200 millones de pesos, como lo ha informado públicamente. Además de dejar el priista a Zacatecas sumido en un grave problema de violencia e inseguridad, como nunca en la historia reciente.
David Monreal Ávila fue postulado por tercera ocasión a la gubernatura de Zacatecas, con el respaldo de su hermano el senador y ex gobernador Ricardo Monreal Ávila, y logró posicionarse como favorito en las encuestas de preferencias del voto, cuando en febrero del presente año, desde la sede nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, decidió postular como candidata a la senadora Claudia Anaya Mota, y no a Adolfo Bonilla Gómez, quien era considerado por muchos priistas del estado, como su candidato “fuerte”.
Adolfo Bonilla Gómez es ex senador del PRI y fue Secretario del Campo en la mayor parte del sexenio de Alejandro Tello Cristerna, pero el dirigente nacional de ese partido “lo bajó” de la nominación, de acuerdo con la versión de varios priistas locales que forman parte de la dirigencia estatal, entre ellos uno de los funcionarios del gabinete de Tello, que pidió el anonimato. Se trató de una supuesta “transición pactada”, entre Alejandro Moreno y el senador Ricardo Monreal Ávila, para que el PRI le dejara el paso libre a su hermano David Monreal.
Otra acción por la que David Monreal Ávila fue duramente cuestionado, incluso por la dirigencia estatal de Morena, que encabeza el maestro Fernando Arteaga –ex dirigente del Movimiento Democrático Magisterial de Zacatecas y a la CNTE-, junto con José Luis Medina Lizalde, fundador del partido a nivel local, por haber “impuesto candidatos”, sin respetar a la militancia morenista, con la ayuda de Mario Delgado Carrillo.
La más sonada de esas “imposiciones”, fue la postulación del contador Jorge Miranda Castro -quien hasta febrero de este año era el Secretario de Finanzas de Alejandro Tello Cristerna-, como candidato a la presidencia municipal de Zacatecas de la coalición conformada por Morena, PT, PVEM y Panal, desplazando a Ulises Mejía Haro, el alcalde morenista en funciones, quién pretendía ser reelecto, pero se había distanciado políticamente de los Monreal.
El alcalde saliente incluso acusó ser víctima de un “desafuero legal”, en el que señaló como “coparticipes” al Instituto Estatal Electoral de Zacatecas y al Tribunal de Justicia Electoral del Estado.
Con este contexto, esta semana al presidir la “instalación” de la comisión de entrega- recepción “del Poder Ejecutivo 2016-2021”, el gobernador electo, David Monreal Ávila, garantizó que este proceso “será objetivo, ordenado y acorde a la legalidad; con el compromiso de dar cuenta al pueblo de la condición que guarda el estado, en un marco de respeto y coordinación, para avanzar hacia la transformación de Zacatecas”.