México necesitará recuperar los avances perdidos por la pandemia; así como acelerar los cambios estructurales para crear la base de un desarrollo sostenible y escalar los esfuerzos para que la mayor parte de mexicanos, especialmente los más vulnerables, se beneficien de dicho desarrollo, de lo contrario se pone en riesgo el cumplimiento de la agenda 2030.
Así lo afirmó Peter Grohmann, nombrado por el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, como coordinador residente del Sistema de Naciones Unidas en México, quien agregó que se debe impulsar un proyecto de recuperación para salir de esta crisis y no dejar a nadie atrás, pues es apremiante de que no sólo se revierta el impacto negativo de la pandemia, sino que acelere el progreso hacia los objetivos de desarrollo sostenible en México.
Durante su intervención en la presentación del “Informe nacional voluntario sobre la agenda 2030 en México”, organizado por la Secretaría de Economía, Grohmann destacó que a pesar de los logros en dicha agenda, aún quedan retos importantes para su total cumplimiento, los cuales se han agravado por el contexto de la emergencia sanitaria.
“El impacto de la crisis socioeconómica, ligada a la pandemia, abarca las áreas de desarrollo sostenible y pone en riesgo el cumplimiento de la agenda 2030. Es más, los retos que emergen de la pandemia se suman a retos estructurales prexistentes en México, recrudeciendo y profundizando las brechas”, dijo el funcionario del organismo internacional.
Así, dijo, la implementación de la agenda 2030 ya está en marcha, ahora se tiene que escalar en los esfuerzos para impulsar acciones que aceleren la rectoría en el desarrollo sostenible.
“El informe habla de la apuesta del gobierno de México para avanzar en la agenda 2030 en una recuperación sostenible e incluyente, con el enfoque de derechos y de no dejar a nadie atrás, por lo que se deben subsanar las injusticias sociales históricas”, citó Peter Grohmann.
La agenda consiste en un plan de acción para las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y el trabajo conjunto. Esta ambiciosa agenda se propone acabar con la pobreza de aquí a 2030 y promover una prosperidad económica compartida, el desarrollo social y la protección ambiental para todos los países.
Falta mucho camino por recorrer, admite Clouthier
Por su parte, Tatiana Clouthier, secretaria de Economía, reconoció que hay mucho camino por recorrer para el cumplimiento de la agenda.
“La equidad en el acceso al financiamiento, el fortalecimiento de capacidades institucionales, la construcción de alianzas multisectoriales y trabajar para reducir los efectos de la pandemia son parte de los retos hacia delante”, comentó.
Especificó que desde la trinchera de Economía deberán enfrentar los impactos de la pandemia, pues ésta puede provocar que aumenten los niveles de pobreza, por lo que se tienen que coordinar para trabajar a través de las mediciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) con el fin de cerrar brechas.
Otros planes están dirigidos a la violencia de género, feminicidios, trabajo del hogar, cuidados; hacer más eficiente el uso del agua en el campo y las ciudades. Asimismo, se debe fortalecer la capacidad de abastecimiento de energía.
“Hoy más que nunca sabemos que debemos impulsar una recuperación sostenible e incluyente, con enfoque de derechos, para que no se quede nadie atrás. La agenda 2030 es indispensable”, aseveró Clouthier.