Londres. La Fórmula Uno, la FIA y la escudería Mercedes condenaron ayer en un comunicado conjunto “los numerosos insultos racistas en las redes sociales” contra el británico Lewis Hamilton, ganador del Gran Premio de Gran Bretaña el domingo, luego del choque que tuvo en la primera vuelta con el holandés Max Verstappen, quien fue trasladado al hospital y más tarde dado de alta. Red Bull –escudería en la que corre Max– se sumó a la condena: “Aunque seamos rivales feroces en la pista, estamos unidos contra el racismo. No hay lugar para ello en nuestro deporte”, precisó.