Al parecer todos ganaron con el empate en el combate por la unificación superwelter entre el estadunidense Jermell Charlo y el argentino Brian Castaño. En primera instancia el boxeo, asegura Mauricio Sulaimán, titular del CMB, porque se vivió una pelea que merece estar entre las mejores de la historia; en segunda, el negocio que genera un espectácu-lo como este, y la posibilidad de una segunda contienda, es muy favorable para la industria; y, otro beneficiado indirecto es el mexicano Saúl Canelo Álvarez, quien ahora puede hacer historia como el primer latinoamericano en ganar los cuatro cinturones en una misma división.
“Lo primero que destaca es que el mundo pudo ver una pelea maravillosa, de esas que todos queremos ver y se dan cada tanto”, considera Sulaimán; “esto parece propio de una época dorada para el boxeo, ser testigos de un espectáculo de este nivel no es usual”.
Castaño tuvo al borde de la derrota a Charlo, quien regresó para brindar tres episodios inolvidables. Los jueces determinaron que había un empate; sin embargo, uno de los tres entregó una tarjeta absurda, en la que asentaba una pelea inexistente.
“Es una pena, porque esa manchita le quita el mérito a un combate genuino y memorable”, agrega Sulaimán.
Pero este empate deja “la me-sa puesta” para que Canelo continúe con su proyecto de conseguir hazañas sin precedentes, continúa Sulaimán, como el de convertirse en el primer latinoamericano en unificar los cuatro cinturones de los principales organismos, CMB, OMB, AMB (estos tres ya le pertenecen) y FIB, aunque en la categoría de los pesos supermedianos.
“Tiene todo listo para que logre una hazaña que ningún latino ha conseguido”, advierte el titular del CMB; “de ponerse de acuerdo con Caleb Plant (monarca de la FIB), podría alcanzar esa meta. La mesa puesta para hacer historia”.