Si la expansión urbana no se frena, para el año 2030 habría una disminución de 7.1 por ciento de la superficie forestal en la zona metropolitana del valle de México, alertó el Programa General de Ordenamiento Territorial (POEGT) enviado por la Jefatura de Gobierno.
El plan, que permanece en análisis y discusión en el Congreso local, contiene diversos diagnósticos y propuestas de solución de los principales retos que enfrenta la Ciudad de México, como el envejecimiento de su población, amenaza de sus áreas de valor ambiental, falta de agua, movilidad y gestión integral de riesgo.
En materia poblacional, refiere que dentro de nueve años poco más de 60 por ciento de la población se concentrará en municipios conurbados, con lo que el número de habitantes pasará de 12.5 millones a 14 millones de personas, y se habrán reducido los habitantes de la ciudad.
Las proyecciones refieren que la población de 65 años y más pasará de 7.8 por ciento en 2010 a 15.4 por ciento en 2030, y la alcaldía Benito Juárez será la que reporte un mayor número de adultos mayores, por lo que urge reforzar el programa de pensiones.
Sobre la regulación del suelo, indica que se requiere reforzar el marco legislativo urbano y ambiental, pues actualmente es “débil”, debido a la discrecionalidad de algunos procesos relacionados a operaciones inmobiliarias como los Sistemas de Actuación por Cooperación (SAC).
Refiere que “la CDMX es altamente desigual”, dado que su zona central presenta mayor y mejor cobertura de bienes, servicios y redes de transporte público, y cuyos habitantes reportan mayores ingresos a diferencia de la zona oriente-sur.
Accesos al empleo y movilidad, otros retos
Para 2030, el objetivo es aumentar el grado de acceso al empleo y a los servicios de toda la población, sobre todo de la más pobre, así como acercar la vivienda a los sistemas de transporte y movilidad sustentable para reducir tiempos de traslado obligados residencia-trabajo
Asimismo, reducir la generación de gases de efecto invernadero para disminuir los impactos del cambio climático, que ha provocado, principalmente, lluvias más intensas y largas sequías con impacto en la gente y en el medio.
"Queremos crear un territorio equitativo que ofrezca mayores oportunidades de movilidad social en todo el territorio, pero también potenciar las oportunidades de inversión en la zona oriente de la ciudad, para revertir el desequilibrio territorial prevaleciente en materia de acceso a empleo y servicios. Esta dimensión del territorio actúa mejorando las condiciones de vida urbana en la escala barrial”.