Morena en la Cámara de Diputados propuso reformar la fracción novena del artículo 25 de la ley de la Guardia Nacional para permitir la incorporación de elementos que hayan sido dados de baja por no haber recibido contrato de renganche de su institución armada, con lo que se daría oportunidad a cientos de elementos para seguir sirviendo al país.
La diputada morenista Lorena Jiménez, en su iniciativa turnada a la Comisión de Seguridad Pública, expone que la reforma daría la oportunidad a cientos de elementos de seguir sirviendo a México, como en su día lo hicieron en el Ejército.
Explica que el contrato que se establece entre el aspirante y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) es de tres años y puede renovarse a su término si lo pide el interesado.
El total de tiempo de servicios de sus contratos de enganche y de renganche admitido será como máximo de nueve años. Refiere que el contrato de enganche es el documento que establece la relación jurídico-administrativa entre la Sedena y el aspirante, en el cual se estipulan las obligaciones y los derechos de este último.
Detalla que el contrato de renganche es la situación por la cual cambia la condición del personal del servicio militar renganchado a la jerarquía de suboficial u oficial de mar de acuerdo con las normas vigentes.
La diputada explica en su iniciativa que, según especialistas en materia militar, al no ser renganchados, su ficha de baja sostiene motivos poco honorables, lo cual no les concede facilidades para contratarse como policías o guardias de seguridad privada, pero lo más preocupante es que se corre el riesgo de que sean cooptados por el crimen.
Es vital darles a estos elementos no renganchados la oportunidad de seguir con su vocación dentro de la Guardia Nacional, no de una manera automática, pero sí ser considerados como una excepción, pues actualmente en la convocatoria que emite la Comandancia de la Guardia Nacional mantiene como requisito: “no haber pertenecido a las fuerzas armadas o corporaciones policiacas”.
Manifiesta la legisladora que el espíritu de este requisito es con el afán de no rodearse de elementos de dudosa probidad o que simplemente quisieran cambiar de posición por un sueldo mayor al que perciben como soldados rasos; sin embargo, en el caso de los no renganchados, no se trata de fallas por disciplina o “brincar a otra institución”, sino por causas meramente circunstanciales.