Para el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, Guillermo Bonfil representa al “antropólogo mexicano de mayor influencia y trascendencia en el último tercio del siglo XX.
“Siempre estuvo comprometido con los problemas sociales de México, incluidos los movimientos étnicos que iban emergiendo en América Latina. Uno de sus principales intereses fueron los pueblos indígenas y el papel de la cultura como detonante de las transformaciones sociales”, explicó el funcionario federal en entrevista con La Jornada.
“A 30 años de su muerte debemos destacar que las obras de Bonfil siguen influyendo en las generaciones de jóvenes antropólogos, entre otros especialistas, debido a que sus planteamientos nutren la reflexión en torno a los movimientos de liberación y de reivindicación étnica en todo el continente americano.”
“México profundo (por ejemplo) arroja luz a las teorías y corrientes de la decolonialidad que impulsa la crítica de la herencia colonial en prácticamente toda América Latina. Es importante procurar la redición de la colección Obras escogidas, que ha publicado el INAH en colaboración con Paloma Bonfil (su hija) y la antropóloga Lina Odena.”
Prieto Hernández sostiene que el México contemporáneo experimenta desde julio de 2018 un cambio general producto de las elecciones presidenciales, cuyo protagonista fue la sociedad.
“Las reflexiones de Bonfil nos permiten adoptar una visión integral del panorama nacional e interpretar algunas desventajas que nos siguen aquejando como la impunidad, la corrupción, la inseguridad y la violencia.
“La antropología tiene mucho que ofrecer en la construcción de una perspectiva de desarrollo justo, sustentable y plural, capaz de dar el lugar y ofrecerle perspectivas de bienestar a todos los mexicanos.”