Los ingresos de la renta petrolera, que alimentan los fondos de estabilización de ingresos públicos, volvieron a sus niveles prepandemia durante mayo, cuando por derechos de extracción, exploración, utilidad compartida y demás cuotas se reportaron 42 mil 528 millones de pesos, 927 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado, cuando el freno en la actividad económica llevó a negativos los precios del petróleo. De acuerdo con los datos a mayo, el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo (FMPED) recibió 34 mil 690 millones de pesos en ingresos por derecho de la utilidad compartida, equivalentes a 81.6 por ciento de los recursos que reportó en ese mes, el segundo monto más alto del que hay registro después de junio de 2018.
El FMPED es el primer fondo soberano de México, que se creó con el objetivo de “garantizar el manejo responsable y transparente de los ingresos petroleros” que resulten de las asignaciones y contratos entre Petróleros Mexicanos y las empresas privadas a las que se abrió el paso con la reforma energética del sexenio pasado.
Por derechos de extracción se reportaron 5 mil 471 millones de pesos y por ventas del Estado mil 915 millones de pesos. Estos dos rubros, más la utilidad compartida, representan la mayor cantidad de recursos para el fondo; el resto se reparte en los derechos de exploración que tuvieron su mayor monto desde que hay registro y otras regalías.
Sin embargo, ya sin los fondos sectoriales que operaban en conjunto el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Secretaría de Energía, 99.4 por ciento de los recursos de mayo se dirigieron a la Tesorería de la Federación (Tesofe) sin más detalle en cómo se gasta la renta petrolera.
El FMPED reporta que de 42 mil 536 millones de pesos que se distribuyeron en mayo derivados de la renta petrolera, 42 mil 282 millones de pesos se enviaron a la Tesofe para financiar el Presupuesto de Egresos.
Otros 14 millones de pesos fueron a municipios colindantes con fronteras o litorales y 240 millones más al Fondo de Extracción de Hidrocarburos, que también financia el gasto local a través de la recaudación participable.
Luego de la crisis en el precio del petróleo, en 2021 el alza de los energéticos ha hecho avanzar los ingresos petroleros en el país, pero no lo suficiente para empatar con las expectativas de la hacienda pública.